Es per se la mayor expresión de una máquina inteligente, afirma Eduardo Bayro
MexOne pesará entre 10 y 12 kilogramos y tendrá 40 motores
Se trabaja para que el robot humanoide adquiera autonomía en el movimiento y el software, explica el encargado del proyecto
Jueves 15 de julio de 2010, p. 2
Expertos del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) crean el robot humanoide MexOne, el más adelantado de Hispanoamérica. Trabajan para para en los próximos años adquiera importante autonomía de sus movimientos y desarrollar la inteligencia artificial, capaz de competir con la investigación más vanguardista de la robótica internacional.
“Este equipo es per se la mayor expresión de una máquina inteligente”, aseguró el encargado del proyecto, Eduardo Bayro Corrochano.
El también investigador del Departamento de Ingeniería Eléctrica y Ciencias Computacionales del Cinvestav, Unidad Guadalajara, explicó en conferencia de prensa que el robot medirá un metro de cinco centímetros de altura, pesará entre 10 y 12 kilogramos y su ingeniería será muy compleja, ya que tendrá alrededor de 40 motores, lo que representa 40 grados de libertad.
La idea es tener una estructura liviana, que consuma poca energía, que sea autónoma y que resuelva tareas en tiempo real.
Agregó que aunque el robot es el aspecto más visible de este proyecto, el desarrollo de esa tecnología tiene gran potencial para usos futuros en la vida cotidiana, social, industrial o médica.
Explicó que los algoritmos que se se desarrollan en la visión del robot han llevado a su equipo de trabajo a darse cuenta de que pueden ser utilizados para desarrollar cascos con cámaras capaces de guiar a las personas invidentes.
Pronto el Cinvestav podrá ofrecer al Instituto Mexicano del Seguro Sosical (IMSS) y al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) un prototipo de esos cascos, que por un costo de 800 dólares pueden ser útiles para las personas no videntes.
Sostuvo que el desarrollo de este robot también ha llevado a plantearse la posibilidad de perfeccionar extremidades ortopédicas para personas que han perdido algún miembro.
No descartó que el humanoide pueda contribuir a las tareas domésticas, de las fábricas, de los asilos de ancianos, de los centros de personas con discapacidad, de teatros y museos o incluso de las escuelas, porque si un robot cuenta un cuento sobre el desarrollo de la tecnología o el universo, los niños quedarán fascinados
.
El humanoide, dijo el científico, puede ser útil en la vigilancia de aeropuertos, bancos o lugares inhóspitos y altamente contaminantes de la industria química o petrolera.
Cabeza, tronco y brazos
Hasta el momento el robot tiene cabeza, tronco y extremidades superiores, pero investigadores de Estados Unidos, pertenecientes a la Robai Energid Boston Massachusetts, desarrollan las extremidades inferiores, trabajo que concluirán el próximo octubre.
Asimismo, a finales de este año, o principios del siguiente, el humanoide comenzará a dar sus primeros pasos en línea recta y circular y, a largo plazo, se espera que se siente y tome el periódico o una taza de café.
El científico sostuvo que para competir con los países más avanzados en robótica, como Japón o Estados Unidos, usará algoritmos geométricos y desarrollará la inteligencia artificial del robot (software), lo cual irá acompañado de los progresos en hardware, como la sustitución paulatina de materiales mecánicos por elementos flexibles, como el plástico, para que en 10 años el robot sea mucho más liviano.
Bayro Corrochano informó que el proyecto del humanoide tiene un costo de 90 mil dólares y solicitó el apoyo de instituciones públicas y privadas, porque tiene el propósito de desarrollar versiones perfeccionadas de este robot y poner a México en una posición competitiva mundial.
Aseguró que para que México avance en ciencia es importante que sus investigadores sean perseverantes, pero también que dispongan de mayores recursos económicos.
Es una vergüenza que todavía no se apruebe el uno por ciento del PIB para ciencia y tecnología. Si no se aprueba, no vamos a salir adelante; nos quedaremos siempre atrás
, concluyó el investigador.