Lunes 12 de julio de 2010, p. 6
Ámsterdam, 11 de julio. Ciudades, vecindarios y salas de estar a lo largo de Holanda quedaron en silencio la noche del domingo luego de que su selección perdió ante España en la final del Mundial, destrozando su sueño de ganar el mayor torneo de futbol.
A pesar de los vítores antes y durante el partido, la derrota 1-0 en el alargue dejó a unos 180 mil hinchas alejándose con dificultad de la repleta explanada frente al Rijksmuseum, que se había transformado en una verdadera marea naranja.
Muchos inmediatamente se subieron a sus bicicletas para regresar a sus casas en silencio.
En tanto, la embajadora de Holanda en México, Cora Minderhoud, felicitó a los españoles por su triunfo.
En medio de la tristeza de los 2 mil holandeses radicados en el país, también agradeció el apoyo que brindaron algunos mexicanos, quienes con cornetas y alaridos respaldaron a la naranja mecánica desde un bar en la colonia Condesa de la ciudad de México.
Todo estaba listo para festejar con globos, confeti, bebidas, pero el gol español congeló las sonrisas y provocó rostros de dolor e incluso algunas lágrimas.
Con información de Matilde Pérez