Madrid, 11 de julio. Una eufórica marea roja invadió este domingo la Plaza de la Cibeles de Madrid y se extendió por Barcelona y otras ciudades españolas, incluso Pamplona, donde hubo paréntesis de fuegos artificiales en medio de la fiesta de San Fermín. España inició en las calles la celebración tras conquistar su primera Copa del Mundo de futbol, a la espera del arribo del equipo, previsto para la noche del lunes.

Desde Madrid, en sus primeras declaraciones después del triunfo ante Holanda, el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, dijo estar feliz y emocionado por el resultado de un partido que calificó de épico. Destacó la labor de Andrés Iniesta y remarcó: Estaba convencido de la victoria. Nos lo merecíamos. Hemos peleado hasta el final.

Rodríguez Zapatero agregó que, ante la crisis económica que atraviesa España, el logro histórico en Sudáfrica 2010 les dará autoestima y confianza sin duda alguna. Nos vamos a levantar con fuerza.

La noche del domingo unas 300 mil personas se dieron cita en el centro de la capital para observar el duelo en pantallas gigantes que instaló el gobierno, entre ellas una joven disfrazada de pulpo en honor a Paul, el cefalópodo alemán que predijo la victoria de la furia roja.

Con el 1-0 decisivo, el cielo de Madrid se cubrió de fuegos artificiales y la multitud comenzó a crecer exponencialmente, porque a los cientos de miles reunidos en el Fan Park se sumaron después otros tantos, ya que la gente salió de sus casas con banderas rojas y amarillas.

La televisión mostró imágenes de fiestas en plazas atestadas de todo el país, de Zaragoza (noreste) a Sevilla (sureste).

Cifras del ayuntamiento de Barcelona estimaron en 75 mil los asistentes a la Plaza de España de esa ciudad para presenciar la proyección del duelo. Desde allí partieron después las primeras caravanas de coches hasta llegar a la Plaza Cataluña y la Fuente de las Canaletas, donde el Barça festeja sus títulos.