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Las prendas de sus hijos adoptados, contaminadas con el ADN de numerosas personas

Dueña de Clarín fue advertida del allanamiento judicial, asegura Abuelas de Plaza de Mayo

La empresaria Ernestina Herrera de Noble se fue de Argentina; versión de que se encuentra en EU

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En imagen de archivo, Estela de Carlotto, dirigente de Abuelas de Plaza de Mayo, posa junto a fotos de niños arrebatados a sus padres por la dictaduraFoto Ap
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 2 de julio de 2010, p. 20

Buenos Aires, 1 de julio. Abuelas de Plaza de Mayo no descarta que la familia de la dueña del emporio mediático Clarín, Ernestina Herrera de Noble, fue advertida sobre un allanamiento ordenado el pasado 28 de mayo por la justicia para recoger prendas de sus hijos adoptados Marcela y Felipe a fin realizar análisis genéticos que determinen si son o no hijos de desaparecidos durante la dictadura militar.

El Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) entregó el informe sobre el estudio para obtener el perfil genético de Marcela y Felipe Noble Herrera, adoptados en 1976, en plena dictadura militar por Herrera de Noble, en el cuál señalan que las prendas analizadas estaban contaminadas por el ADN de varias personas, lo que impide tener un resultado específico.

Se conoció ahora también que Felipe Noble Herrera no llevaba calzoncillos puestos, lo que sería un indicio de que sabía que le iba a ser reclamada esa prenda en el allanamiento ordenado por la juez Sandra Arroyo.

En un allanamiento anterior realizado por el juez Conrado Bergessio, que fue apartado de la causa por graves irregularidades, quien dijo no estar usando ropa interior fue Marcela.

Abuelas de Plaza de Mayo deslizó la hipótesis de que Marcela y Felipe ya sabían que les iban a requisar la ropa y usaron ese día prendas previamente contaminadas. El estudio determinó que las prendas de vestir, que habían sido entregadas voluntariamente por Marcela y Felipe Noble Herrera en el allanamiento practicado el 28 de mayo pasado, no fueron aptas para obtener su perfil genético, por lo que no se pudo concretar el entrecruzamiento con las muestras de los familiares que buscan a sus seres queridos desaparecidos durante la última dictadura militar, señaló Abuelas de Plaza de Mayo en un comunicado.

Los peritos informaron que llamativamente las prendas contenían información genética de numerosas personas de distintos sexos.

Señalan además que no parece posible que se trate de algo casual o accidental, el hecho de tal contaminación, lo que no sucedió otras veces. Desde la experiencia de Abuelas de Plaza de Mayo, no es posible descartar que las prendas hubieran estado contaminadas desde antes de que fueran obtenidas por la justicia para imposibilitar el estudio. Ello sería posible si los involucrados hubiesen sido advertidos del procedimiento con anterioridad, tal como ha sucedido en otras causas similares, concluye el texto de Abuelas.

Según trascendió por varios medios, la dueña de Clarín se fue del país desde mayo pasado y estaría en Estados Unidos; Marcela viajó ayer a Uruguay, mientras Felipe estuvo afuera pero ya habría regresado.

En términos estrictamente científicos el informe menciona que la contaminación se produjo en medias y playeras pero también en la ropa interior.

Después de todos los obstáculos que interpuso en la investigación Herrera de Noble, no extraña esta nueva situación, con la que se burla a la justicia, afectando a abuelas y madres que buscan a sus nietos e hijos, apropiados por los militares durante la pasada dictadura (1976-1983) y que fueron repartidos como botín de guerra.

Suman ciento un niños los recuperados en un largo y duro trámite por Abuelas de Plaza de Mayo en que colaboran también abogados periodistas y familiares convertidos en investigadores en una causa que es una de las más siniestras consecuencia de la dictadura militar.

Las familias buscan a medio millar de niños, la mayoría de ellos nacidos en cautiverio en los centros clandestinos de detención y robados por los militares después que asesinaron y desaparecieron a las madres de los menores, y también en la casi totalidad de los casos a los padres.

Felipe y Marcela se tomaron una muestra de sangre, pero no en el lugar indicado por la justicia, que es el hospital donde está el BNDG, sino en otro laboratorio. Además el juez fue retardando los estudios y cuando se fueron a retirar las muestras, la cerradura de la caja que las preservaba había sido violentada. Esa muestra no sirvió.

Lo grave del caso, es como señala el abogado Pablo Llonto, defensor de derechos humanos, es que de hecho se comprobó en año 2003 que las adopciones hechas por Herrera de Noble se realizaron falsificando datos, nombres de testigos e incluso, con participación de jueces que en horas decidieron la adopción. Esto llevó a la dueña del monopolio de medios a la cárcel por unos días, pero el poder se impuso y en todo caso, el juez fue removido,.

Como señala una de las Abuelas de Plaza de Mayo si Herrera de Noble hubiera querido mostrar una conducta humanitaria, ante la sospecha de las desesperadas Abuelas, a las que se les pasaron varios datos en relación al posible origen de los jóvenes, hubiera debido ella misma llevarlos para el examen como han hecho muchas familias.

Incluso familias que habían adoptado legalmente llevaron a sus hijos para saber la verdad y para de esta manera ayudar a la Abuelas víctimas de la pasada dictadura y su sistemático modelo del robo de niños nacidos en cautiverio, en un método sólo concebible durante el nazismo.

El informe entregado ayer por el BNDG lleva la firma de María Belén Rodríguez Cardozo, titular del banco, que actúa como perito oficial. También pusieron su rúbrica los peritos de parte puestos por Felipe y Marcela, la médica Primarosa Chieri y Alejandro Ruiz Trevisán.

Ninguno de los dos había planteado objeciones a la metodología con la que se consiguieron las muestras y también acompañaron el dictamen de ayer.

Esto pone en cuestión –según señalan desde el juzgado– la hipótesis planteada ayer en el diario Clarín: que la comparación de ADN fracasó y que el gobierno nacional y la juez armaron rápidamente una historia falsa de contaminación de las muestras. Ninguno de los abogados actuante a favor de los demandados plantearon sospechas.