Conviven en un mismo espacio aficionados al Mundial y manifestantes del SME
El gobierno de Calderón va perdiendo por goliza contra el crimen organizado, comentan
Sábado 12 de junio de 2010, p. 31
Dos expresiones distintas coexistieron ayer en la plancha del Zócalo capitalino. No hubo enfrentamientos y al final cada grupo tuvo su propio marcador.
Se escucharon más las voces que demandaban justicia, pues los gritos de gol –que antes de que comenzara el partido se calculaban en que iban a ser más de tres– terminaron en lamentaciones y suspiros de alivio.
Comenzó el Mundial de Sudáfrica. Miles de personas atendieron el llamado del FIFA Fan Fest y la plaza de la Constitución se convirtió en un enorme espacio publicitario. Los aficionados al futbol se quedaron con un empate a uno y los integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) advirtieron que Felipe Calderón Hinojosa pierde por goliza
ante el crimen organizado.
Quienes asistieron al espectáculo deportivo comenzaron pronto a lamentarse. El cruce de un defensa sudafricano, un disparo apenas desviado, dos remates de cabeza erróneos, y un gol anulado provocaron disgustos.
La permanencia de los electricistas obedece a razones diferentes. Están en huelga de hambre. Llevan 48 días en el Zócalo y su lucha comenzó tras un decreto presidencial que los dejó sin trabajo.
Las empresas patrocinadoras del festejo –que fue traído a la ciudad de México por el gobierno capitalino– desplegaron sus marcas en la plaza pública, comercializaron sus productos y contrataron a un animador
que fue abucheado por todos.
En el segundo tiempo hubo un gol que nadie esperaba. Minutos después vino el empate y los aficionados se desahogaron.
En Johannesburgo ayer hubo un empate. En México, a decir de los electricistas, desde hace mucho
el gobierno federal ha sido derrotado por goliza
.
El debut de la selección mexicana en el mundial de futbol de Sudáfrica 2010 provocó que durante dos horas las principales vialidades de la ciudad estuvieran semidesiertas. Tal fue el caso de Paseo de la Reforma, donde fueron pocos los autos que se pudieron ver circular entre las 9 y 11 horas.
La gente trató de llegar temprano a sus trabajos para poder ver la inauguración
, comentó un taxista, quien agregó que a diferencia de otros viernes, por la mañana el tráfico fue muy fluido. Pero una vez finalizado el partido poco a poco, la citada vialidad se fue llenando de nueva cuenta de autos.
La actividad se trasladó a restaurantes y bares de la Zona Rosa, donde cientos de personas, muchos de ellos vestidos con la playera de la selección, se dieron cita para ver el juego mientras desayunaban o consumían bebidas alcohólicas.
Pese al empate, más de 300 jóvenes, muchos de ellos con las caras pintadas, portando banderas y cornetas, se trasladaron al Ángel de la Independencia para vitorear al equipo mexicano durante más de una hora, hasta que elementos del Cuerpo de Granaderos de la Secretaría de Seguridad Pública los replegaron para liberar la vialidad, que sólo estuvo cerrada en carriles centrales.
Los aficionados no opusieron resistencia y poco a poco se fueron retirando del lugar, salvo un pequeño grupo que insistía en continuar festejando
, finalmente, uno de ellos fue detenido por realizar desmanes.
Además de plazas y explanadas delegacionales también se instalaron pantallas gigantes en cinco reclusorios de la capital. En el Sur, aproximadamente 300 internos vieron el partido en el auditorio del penal, mientras comían palomitas. Aunque en un momento hubo desánimo cuando el equipo de Sudáfrica se puso al frente en el marcador, varios de ellos saltaron y dieron gritos de júbilo cuando el equipo mexicano logró el empate.