Vecinos de la delegación Magdalena Contreras entregaron ayer a la Secretaría del Medio Ambiente del Gobierno del Distrito Federal las observaciones a la manifestación de impacto ambiental de la supervía.

El documento –de unas 14 cuartillas y que fue elaborado por académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México, el Instituto Mario Molina y la Universidad Autónoma Metropolitana–, concluye que el estudio presentado por las autoridades no da los elementos suficientes para tomar una decisión tan importante como es la construcción de la vialidad.

Son 22 observaciones, entre las que se encuentra que la manifestación de impacto ambiental no considera los impactos negativos más importantes de mediano y largo plazo, como la infiltración de agua y la emisión de partículas contaminantes.

Luis Zambrano, investigador y vecino de la zona, explicó que los supuestos iniciales de la manifestación de impacto ambiental son erróneos pues se parte de que la nueva arteria vehicular reducirá el paso de vehículos, cuando los estudios a nivel internacional señalan que las nuevas vialidades generan más tránsito.

Además, aseguró el investigador, el documento presentado por el gobierno carece de información real de la flora y fauna de la zona, pues subestima la cantidad de especies y su densidad.