Prohibir el uso del metal debería ser parte de una política nacional de salud, señalan
Causa daños a riñones y afecta funciones del cerebro cuando entra en la sangre, advierte el Centro de Análisis y Acción en Tóxicos y sus Alternativas, que presentó resultados de un estudio de mercado
Jueves 13 de mayo de 2010, p. 2
En su forma líquida, cuando se encuentra en el ambiente, el mercurio puede dañar el desarrollo del sistema nervioso central en la infancia y provocar, entre otros trastornos, disminución en la capacidad de pensar, la memoria y la atención, por lo que prohibir su uso en productos de belleza e insumos médicos debería formar parte de una política nacional de salud, advirtió el Centro de Análisis y Acción en Tóxicos y sus Alternativas (CAATA).
El organismo presentó los resultados de un estudio de mercado, en el que se detectó la presencia del metal en cremas y jabones aclaradores de la piel, así como en los termómetros que se ocupan en los hospitales y en las amalgamas dentales. En todos los casos existen alternativas para sustituirlo, explicó Fernando Bejarano, director de la organización civil.
Señaló que el mayor problema es la carencia de una regulación sobre el contenido de los productos de belleza y que en sus etiquetas no exista la información sobre los niveles de mercurio que contienen.
José Castro, consultor del CAATA, explicó que el cloruro de mercurio actúa sobre la melanina de la piel para aclararla y eliminar las manchas. Pero, cuando el metal se introduce en el torrente sanguíneo, también existe el riesgo de daño renal y afectaciones en las funciones del cerebro.
La investigación, financiada por el Ministerio del Medio Ambiente de Alemania, se realizó en ocho países, México incluido, para demostrar la presencia del metal en diversos sitios, todos de riesgo para la salud de las personas. Bejarano recordó que existe una iniciativa de Naciones Unidas para que los países miembros se sumen a un convenio jurídicamente vinculante con la finalidad de controlar de manera efectiva y reducir al mínimo el comercio del metal, así como las actividades que pueden causar su liberación al ambiente.
Con ese propósito se realizará una primera sesión internacional de negociaciones en Estocolmo, Suecia, del 7 al 11 de junio próximo. Por lo pronto, el CAATA, en colaboración con la Red Internacional de Eliminación de los Contaminantes Orgánicos Persistentes (IPEN) y un instituto de investigación alemán, emprendió la campaña La vida sin mercurio: para los bebés, para ti y para mí.
Bejarano comentó que en los hospitales ha habido algunos avances, pues en varios han decidido sustituir los termómetros de mercurio con productos digitales, los cuales tienen la misma precisión.
De acuerdo con los resultados de la encuesta, 60 por ciento de los hospitales y 75 por ciento de los consultorios médicos en la ciudad de México, Chihuahua, Iguala y Coatzacoalcos tenían termómetros libres de mercurio. Todavía hace falta, señaló Bejarano, que exista una política nacional de compras de productos libres del metal.
Situación similar ocurre con las amalgamas dentales, utilizadas por 90 por ciento de los dentistas en la región encuestada. En algunas unidades médicas existía la recomendación de sólo usarlas en los casos más graves, en forma prencapsulada y con un adecuado manejo de residuos.
En relación con las cremas y jabones aclaradores de piel, el estudio reveló que la mayoría de los productos que contienen mercurio son de fabricación nacional, y sólo en uno, de la marca Ida Richtter, de fórmula alemana, el contenido de mercurio fue de mil 325 partes por millón.