La ampliación de la cobertura del Canal 11 de televisión a escala nacional, la oposición de Televisa y Televisión Azteca –representadas por diputados de la llamada telebancada– a competir con una empresa del Estado, y la acusación de PRI, PRD y PT contra el gobierno, porque daría uso electoral a la señal generada desde el Instituto Politécnico Nacional, propició reclamos y descalificaciones contra la administración calderonista.

El secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, llegó a la Cámara de Diputados a defender el Organismo Promotor de Medios Audiovisuales, ideado por el presidente Felipe Calderón para fortalecer y ampliar a escala nacional la señal de Canal 11 como televisora de Estado.

Será una televisión que garantice espacios para la pluralidad. Busca ser una multiplicadora de espacios. Se debe democratizar la televisión en todo el país, por qué la televisión por cable no se puede extender a todos los mexicanos, por qué no darle la oportunidad al pueblo de México de acceder a la red internacional del pensamiento. Ha llegado el tiempo de permitir mayor competencia y buscar que se discuta con la industria de las telecomunicaciones cómo crecer mejor.

Canek Vázquez, diputado priísta, reviró: “el PRI rechaza tajantemente la creación del organismo por ser un acto injusto, ilegal, dispendioso e inmoral. Resulta impropio e irresponsable que en la víspera de un periodo de asueto nacional se haya tratado de sorprender al pueblo de México con la creación de un organismo propagandista al servicio del Presidente y controlado por la Secretaría de Gobernación. Dentro de un régimen democrático, esto resulta vergonzoso.

¿Qué fines perversos se esconden detrás de esta acción de madrugete, en vísperas de un periodo de asueto nacional, sin duda, digna de un evidente acto clandestino y oscuro?  No dudamos en calificar las maniobras encubiertas que impulsaron este decreto de creación, de indebidas e inmorales.

Mauricio Toledo, del PRD, convocó a todos los actores del sector a trabajar por una televisión de Estado, que garantice la libertad de expresión sin tintes autoritarios. Gómez Mont, le respondió: Estamos de acuerdo.

Cuando su compañero Guadalupe Acosta Naranjo exigió que se revisaran los altos costos de las campañas que Enrique Peña Nieto y Marcelo Ebrard pagan en horario triple A en Televisa, Toledo elevó la voz y pidió la palabra para defender al jefe de Gobierno del Distrito Federal, por alusiones a Marcelo Ebrard.

Juan Carlos Natale, del PVEM, acusó: “es evidente que fue un madruguete, un fast track, porque no estaba contemplado en la estrategia de comunicación social del gobierno federal, y sólo tiene como idea incidir en la elección presidencial de 2012”.

Las críticas al secretario de Gobernación aumentaron. César Augusto Santiago le exigió que deje de incurrir en subejercicios, porque serán necesarios 30 millones de pesos para operar el nuevo organismo que genere una señal pública de televisión (Televisa gana esa cantidad en un solo día) y le pidió: señor secretario, detenga ese engendro por lo menos hasta que pase la emergencia electoral.

El priísta Carlos Flores Rico equiparó a Felipe Calderón con Hitler: ¿No será, señor secretario, que esto es la simiente de un ministerio de propaganda? Ya sé que usted me dirá que no tiene nada que ver con aquella época, pero ya sé que no estamos en Alemania ni es el año 33 y que al que manda le falta el bigotito, pero cómo se parece.

Molesto, tras tres horas de ataques al gobierno, Gómez Mont respondió: “¡es falso de toda falsedad!, y no hay un solo argumento que diga que este gobierno está contra la educación. ¡No acepto! (el organismo) No es ilegal, y es el gobierno el que pide al Congreso: señores discutan y aprueben leyes, y el gobierno va a cumplirlas.

“Les pido, sin albazos, urge que el Congreso se exprese en una ley de medios que nos lleve a la modernidad democrática.”