Roma, 22 de abril.El primer ministro Silvio Berlusconi y su principal socio de coalición protagonizaron este jueves un enfrentamiento público, elevando las tensiones que amenazan la estabilidad del gobierno conservador italiano.

En un extraño debate abierto entre los principales cargos de la formación Pueblo de la Libertad (PDL) de Berlusconi, el líder derechista Gianfranco Fini, cofundador del partido en 2009, planteó una pila de críticas contra el estilo y la sustancia del liderazgo de Berlusconi.

El enfrentamiento público sin precedentes en un congreso del partido podría afectar la cohesión y estabilidad del Gobierno mientras la tercera mayor economía de la zona euro lucha por recuperarse de la peor recesión de la posguerra.

Fini, ex líder de la conservadora Alianza Nacional y ahora presidente de la Cámara de los Diputados, acusó al magnate de los medios de 73 años de ahogar el debate interno en el partido y de dar demasiado poder a la Liga del Norte.

No me gusta la cámara que ayudé a crear, dijo Fini, considerado un posible sucesor de Berlusconi.

Ante una mezcla de aplausos y abucheos de parte de los ministros y diputados presentes, Fini atacó la línea dura del Gobierno contra la inmigración y dijo que los planes para transferir poderes a las regiones no se han pensado ni negociado apropiadamente.

Mientras un airado Berlusconi trataba de interrumpirle en varias ocasiones sin éxito, Fini aseguró que los buenos resultados de las recientes elecciones regionales se debieron a la Liga, mientras que el PDL había perdido votos, sobre todo en el norte industrial.

Tan pronto como Fini volvió a sentarse, Berlusconi, que ya se había dirigido a la sala, se puso en pie para refutar a su rival de 58 años, rebatiendo sus críticas una por una, y dijo que nunca las había planteado apropiadamente en las reuniones del partido.

Terminó su intervención diciéndole a Fini que si quería participar en futuros debates del partido, debería dimitir como presidente de la Cámara de Diputados.

En una respuesta visualmente impactante, Fini se puso en pie y caminó hacia la tribuna donde hablaba Berlusconi señalándole con el dedo y gritando: ¿Qué estás diciendo? ... ¿Me echas?

Fini dijo después que no dimitirá como presidente de la Cámara de Diputados y sus partidarios aseguraron que no abandonaría el PDL.

El líder de la oposición de centroizquierda, Pierluigi Bersani, definió el incidente como un feo espectáculo que reflejaba las profundas divisiones políticas.

No tendremos reformas de ningún tipo mientras este Gobierno esté en el poder, dijo Bersani a periodistas.

Las tensiones entre Berlusconi y Fini han crecido desde que el ascenso de la Liga Norte en las elecciones regionales del mes pasado movieron el equilibrio de poder en la coalición de gobierno.