En el caso de Paulette Gebara Farah me queda claro, por lo que ha trascendido sobre el resultado de la necropsia y por lo que he platicado con médicos que han participado en los peritajes, que sí hubo una persona que provocó la obstrucción de orificios respiratorios de la menor, lo que ocasionó su muerte por asfixia mecánica por sofocación, aseguró ayer Ángel Gutiérrez Chávez, ex director general del Servicio Médico Forense del estado de México.

Estamos frente a un caso típico de homicidio, muy probablemente culposo, aunque aún no debe descartarse una acción dolosa de los autores materiales. Veo indicios de que los mismos padres de la menor pudieron modificar la escena del crimen para destruir evidencias. En conclusión: todo parece indicar que el cuerpo fue colocado a un lado de la cama varios días después de que (la niña) falleció, con la intención de simular que ella misma se asfixió mientras dormía, destacó el también presidente de la Sociedad Mexicana de Medicina Forense, Criminología y Criminalistica.

Gutiérrez Chávez es autor del Manual de crímenes forenses (obra de referencia en numerosos cursos de derecho penal) y fue profesor del titular de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM), Alberto Bazbaz Sacal, cuando el joven funcionario estudió la maestría en ciencias penales en la Universidad Anáhuac.

Ayer, luego que trascendió el resultado de la necropsia practicada por peritos de la PGJEM al cuerpo de la niña, según el cual la asfixia fue provocada por la posición en que estaba el cuerpo de la menor y se menciona que en sus mejillas se encontraron restos de rectángulos de tela ortopédica, Gutiérrez Chávez dijo que es muy probable que Paulette haya fallecido durante la madrugada del lunes 22 de marzo. Pudo ser asesinada en un acto de desesperación de la madre o del padre. Este tipo de homicidios culposos son muy comunes en familias disfuncionales, cuando alguno de los padres o ambos sienten que un hijo con alguna disfuncionalidad física o mental representa un estorbo.