Tiene hábitos similares y comparten 60 por ciento de los genes, dice experta de la UNAM
Permite analizar aspectos relacionados con el metabolismo; se usa de modelo para investigar sobre cáncer, adicción a drogas, y cambios en la conducta o enfermedades neurodegenerativas
Miércoles 7 de abril de 2010, p. 2
La mosquita del vinagre (Drosophila melanogaster) permite observar procesos genéticos y biológicos, porque al entender este organismo se puede plantear su estudio en otros seres vivos, como el humano, aseguró Patricia Ramos Morales, académica de la Facultad de Ciencias (FC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
También encargada del Banco de Moscas de esa entidad universitaria, señaló que en este lugar se conserva material biológico vivo para la preservacion de ese insecto; en este caso, cultiva ésa y otras especies parecidas.
Este insecto tiene hábitos parecidos a los del ser humano, así como 60 por ciento de los genes. Aunque nos veamos distintos, somos similares
, destacó la catedrática.
Por medio de ilustraciones, explicó, los estudiantes pueden conocer las mutaciones morfológicas, así como la herencia de un gen; de esta manera se enriquece la formación académica, pues aporta memoria visual, lo que contribuye a generar experiencias y entender conceptos.
La especialista explicó que la genética es un área del conocimiento que demanda pensamiento abstracto; ejemplo de ello son los genes y cromosomas, conceptos complejos en su enseñanza, por el sitio donde se encuentra la información genética y porque tienen un tamaño pequeño. Sin embargo, es esencial entenderla, pues todos la expresamos.
Patricia Ramos destacó la importancia de comprender cómo se heredan los genes de padres a hijos y, en determinado momento, qué relevancia tiene el sexo del individuo que recibe esa información.
Sólo observación
Para realizar este análisis se utiliza la mosquita del vinagre, pues no es necesario sacar sus cromosomas ni sus genes directamente; basta con observarlo, aseguró.
La hembra puede tener ojos de color blanco, pero los machos suelen tenerlos rojos; por tanto, con la cruza se esperaría que las crías expresaran la característica dominante (el rojo), precisó.
Sin embargo, cuando los machos heredan los ojos blancos es porque manifestaron el cromosoma sexual X de la madre, y el estudio de ese gen se puede seguir a lo largo de la herencia de las generaciones, sin necesidad de sacar cromosomas, explicó Ramos.
Es difícil estudiar al humano y dar seguimiento a los linajes familiares para tratar de rastrear estos genes. Por ello recurrimos a este insecto, pues su exploración es más versátil
, comentó.
Además, dijo, es un excelente monitor, porque ingiere algunos alimentos similares a los que consume el hombre, lo que lo convierte en un organismo centinela; es decir, son los primeros en resentir el impacto de las condiciones agresivas del ambiente y ello puede constituir una alerta temprana sobre la modificación negativa del entorno.
La especialista universitaria señaló que también se utiliza para explorar los efectos de sustancias, como la aplicación de nuevos fármacos para evaluar el potencial de riesgo, en caso de generar efectos colaterales.
En el ámbito biológico, permite analizar aspectos relacionados con el metabolismo, pues el organismo de ambos seres vivos es similar; asimismo, se utiliza como modelo para estudiar cáncer y genes, adicción a drogas, cambios en la conducta o enfermedades neuro-degenerativas.
En el Banco también se investigan otras especies similares, como la mosquita jorobada, indicador en genética forense; puede habitar en residuos animales o humanos, lo que permite conocer el tiempo transcurrido desde que muere un organismo.
La mosquita del vinagre (Drosophila melanogaster) recibe este nombre porque tiene la capacidad de soportar alta acidez y reproducirse.
Ramos Morales explicó que el ciclo fértil de este insecto dura una semana, y la hembra puede producir 500 huevos. La ventaja en genética es que en 10 días existen 500 adultos; si quisiéramos tener la misma cantidad de seres humanos provenientes de una sola mujer, tardaría casi 400 años
.