Al menos 36 ejecuciones fueron adjudicadas al crimen organizado en horas recientes, de las cuales 13 tuvieron lugar en Sinaloa y 10 más en Chihuahua; mientras en Guerrero, de tres víctimas reportadas, una fue Francisco Sánchez Espino, comandante de la policía turística del estado.

Tan sólo en la capital sinaloense hubo cinco víctimas, tres de las cuales eran jóvenes de entre 25 y 30 años, cuyos cadáveres aparecieron baleados y con huellas de tortura en las inmediaciones del campo La Guajira, donde el año pasado 27 jornaleros agrícolas fueron levantados y luego liberados.

En el norte de la entidad tuvieron lugar otras cinco ejecuciones, entre ellas la de Dulce Avilés, de 21 años, quien había sobrevivido al ataque en el cual perecieron otros seis jóvenes el pasado 21 de febrero en la comunidad de Juan José Ríos, municipio de Ahome.

En Chihuahua, la violencia del crimen organizado cobró la vida de al menos 10 personas, tres de ellas en Ciudad Juárez, y cuatro más: José Hernández y Pedro Alonso Perea Rodríguez, ambos de 19 años; Miguel Anselmo Chávez Cañas, de 24, y Juan Antonio Robledo Rivera, de 38, fueron ultimados a balazos dentro de un comercio de la colonia Sierra Seca, del municipio de Parral.

Por chapulines y rateros, faltan 12, fue la leyenda escrita en una cartulina que acompañaba a dos más de las personas asesinadas, cuyos cuerpos fueron encontrados en la carretera de Santa María del Valle, cerca de la cabecera municipal de San Ignacio Cerro Gordo, Jalisco, misma entidad en donde hubo una tercera ejecución; mientras, en Nayarit, se reportaron tres más, que incluyen a Edil Montero Moreno y a su hija Griselda, en el municipio de Rosamorada.

Francisco Sánchez Espino, comandante de la policía turística de Guerrero, fue asesinado ayer en su casa del centro de Petatlán por sicarios que le dispararon más de 50 tiros de fusil AK-47; el domingo, en La Unión, dos personas también fueron ejecutadas dentro de una camioneta pickup: Bulmaro González y Omar Hernández de 47 y 34 años, respectivamente, a quienes acompañaba, también baleado pero vivo, Immer González, de 27.

Además, en Querétaro fueron encontrados otros dos cuerpos en una camioneta con placas de Michoacán; misma entidad donde apareció un cadáver decapitado en el municipio de Ario de Rosales, y uno más en el de Apatzingán, que tenía el tiro de gracia y además fue atropellado por un vehículo.

En otros hechos, ayer en Monterrey el gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina de la Cruz, pidió que renuncien a los policías que teman enfrentar al crimen organizado, luego de los ataques a balazos y con granadas perpetrados el sábado pasado contra las comandancias municipales de San Nicolás de los Garza, Apodaca, Cadereyta y Guadalupe.

En Ciudad Victoria, el gobernador de Tamaulipas, Eugenio Hernández Flores, anunció que llegarán 300 policías federales más y sostuvo que la población –especialmente de la zona fronteriza estatal– empezó a recuperar la tranquilidad y 97 por ciento de los estudiantes volvieron a clases, tras los tiroteos de la semana pasada, que dejaron al menos 19 muertos, y las acciones desinformativas que desataron la sicosis en varios municipios.

En la misma entidad, un grupo de sujetos armados que tripulaban dos camionetas, rescataron casi frente a la comandancia policial de Tampico a un detenido del fuero federal que era llevado a la Cruz Roja; mientras en Camargo –informó Notimex– elementos del Ejército decomisaron 22 vehículos, siete armas de fuego, más de 2 mil cartuchos y 29 granadas.

Por último, durante febrero pasado, en Zacatecas también fueron asegurados por fuerzas estatales y federales más de 100 automotores, entre ellos 31 tráilers, cuatro camiones tipo torton, 17 camionetas, 47 contenedores y 10 remolques, todos usados en acciones del crimen organizado.

Javier Valdez, Rubén Villalpando, Juan Carlos G. Partida, Jesús Narváez, Sergio Ocampo, Misael Habana, Ernesto Martínez, Mariana Chávez, David Carrizales, Martín Sánchez y Alfredo Valadez