Para lograr un verdadero cambio social y que la ciudadanía participe en el desarrollo nacional es necesario que se transparente el presupuesto que ejerce la Secretaría de Educación Pública (SEP), así como los recursos que gasta el gobierno federal en apoyos a pequeñas y medianas empresas, planteó el director del área de finanzas públicas y buen gobierno del Instituto Mexicano de la Competitividad (Imco), Ernesto Pardinas.

En entrevista, el especialista en transparencia presupuestaria dijo que resulta paradójico que la Presidencia rinda informes sobre cómo ejerce su gasto, pero no conozcamos cómo gasta miles de millones de pesos la escuela secundaria que está a unos metros de esa entidad gubernamental.

Precisó que el presupuesto asignado a las escuelas oficiales o se maneja de manera confidencial o no se tienen datos precisos sobre qué porcentaje del gasto anual se utiliza para pagar la nómina, principalmente en estados y municipios.

No es posible que una maestra en Campeche, que ganaba 17 mil pesos al mes, al ascender gane más de 40 mil pesos, pero conserve las mismas responsabilidades que tenía cuando ejercía la categoría inferior.

Por eso cuestionó la opacidad en el manejo de los salarios de niveles directivos, y la repetición de cargos de dirección en la SEP cuando ya existe un área responsable de las mismas labores, como es el caso de la subsecretaría de Educación Básica, que ocupa José Fernando González, yerno de Elba Esther Gordillo. 

En entrevista, dijo que para lograr una transformación cualitativa en el país se debe iniciar una política de transparencia absoluta y rendición de cuentas. En particular, en el ejercicio del presupuesto en la SEP y en el sector productivo, específicamente en el programa de la Secretaría de Economía para el apoyo de las pequeñas y medianas empresas (Pyme).

“El gobierno federal debe dar el ejemplo en materia de rendición de cuentas, difundiendo los presupuestos escolares y la forma en que se ejercen.

Asimismo, se han invertido miles de millones de pesos para rescatar y crear empresas, y a la fecha desconocemos cómo se gasta el dinero, cuántos empleos se han generado y qué unidades productivas han sido benficiadas; es información que debe difundirse en detalle, enfatizó.

Sobre el tema, la comisionada presidenta del Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI), Jacqueline Peschard, admitió que la rendición de cuentas del gobierno federal se ha entendido como la generación de gran cantidad de datos que ha terminado provocando opacidad en la administración pública.

Pese a que se tiene plena conciencia de que la transparencia es un factor indispensable para elevar la competitividad, agregó, tampoco se ha encontrado la forma de hacerla efectiva.  

Peschard reconoció que hasta el momento el modelo de transparencia aplicado en el país no ha impactado en la rendición de cuentas; pareciera que transparencia y rendición de cuentas van por sendas separadas.