n ocasión de la reunión de jefes de gobierno de América Latina, los de México y Brasil se refirieron conjuntamente a la inversión de una empresa privada brasileña, Braskem, en la industria petroquímica mexicana, en especial en el proyecto que el gobierno federal ha llamado Etileno XXI. Sin embargo, los hechos en México y en Brasil son totalmente opuestos entre sí.
El etileno es muy importante, desde varios puntos de vista. Es un hidrocarburo, o sea que contiene sólo átomos de carbono y de hidrógeno. Esto hace que quede abarcado por el artículo 27 de la Constitución, cuando dice que tratándose del petróleo y de los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos (...) no se otorgarán concesiones ni contratos, ni subsistirán los que en su caso se hayan otorgado
. A pesar de esto, desde hace años fue eliminado del artículo tercero de la respectiva ley reglamentaria, junto con otros petroquímicos, con la intención de privatizar su producción.
En el caso del etileno, los intentos de privatizarlo han fracasado a lo largo de los años. La materia prima básica del mismo es el etano, que a su vez se produce a partir del gas natural. El etano sigue en la lista de productos exclusivos del Estado. Uno de los elementos que ha frenado la producción del etileno (otro han sido los funcionarios que cierran plantas de Petróleos Mexicanos –Pemex– a diestra y siniestra) es que por decreto el gas dejó de venderse en México en función de su costo, que es muy bajo porque en su mayoría está asociado al petróleo y es éste el que tiene más valor. Por decreto de los tecnócratas se decidió que los precios del gas se fijaran en función de los de Estados Unidos, que son mucho más caros.
Entonces, Pemex Petroquímica (PPQ), para las plantas que no se han cerrado o vendido aún, le tiene que pagar a Pemex Gas y Petroquímica Básica el producto a precio estadunidense, más, en su caso, el costo de la separación y procesamiento del etano. Pero Pemex le daría el etano a la empresa privada ganadora
por abajo del precio, a partir de sus ofertas en un concurso
de los que los ganadores ya están desde el principio, que le da a PPQ.
El 9 de noviembre de 2009 se anunció que Pemex adjudicó el proyecto Etileno XXI a la sociedad conformada por las empresas mexicana Idesa y la brasileña Braskem. La inversión del proyecto será superior a 2 mil millones de dólares, y Pemex Gas y Petroquímica Básica se compromete a suministrarles 66 mil barriles diarios de etano a un precio fijo por un periodo no menor a 10 años. Se supone que la obra estaría en 2015. PPQ seguirá pagando en términos, nada fijos, de los precios de Estados Unidos.
Mientras tanto, Pemex, a pesar de lo que lo han lastimado, sigue siendo el único productor de etileno de México, y en ese sentido se sigue aplicando el artículo 27 de la Constitución. Aunque la producción de Pemex, gracias a quienes lo dirigen, sea muy inferior a su capacidad original.
La realidad de la petroquímica en Brasil es muy diferente. La empresa pública Petrobras y sus subsidiarias construyen el Complejo Petroquímico de Río de Janeiro (Comperj). Incluye una refinería que surtirá a las plantas petroquímicas. Al mismo tiempo que ésta, se acordó, hace poco más de un año, la construcción de otras cuatro refinerías, por supuesto que de Petrobras.
Mientras en Brasil se tomaron y se ejecutan estos acuerdos, en México los funcionarios andan viendo qué plantas de Pemex cierran y cuáles pueden vender o por lo menos conceder a particulares por muchos años.
El hecho de que, en medio de una reunión unitaria de América Latina, se hayan dado las declaraciones comunes que mencionamos al principio, no anula estas realidades contradictorias. Y, claro, Brasil ya empezó su recuperación desde el año pasado (en serio, con producto interno bruto –PIB– creciente, y no sólo con discursos) y México sigue cayendo. El PIB de 2009 bajó 6.5 por ciento, y en el último trimestre, del que se había dicho que ya estábamos creciendo, ese PIB tuvo una baja de 2.3 por ciento frente al mismo periodo del año anterior.
Sí, hay crecimiento, pero de las grandes empresas favoritas. También crece el desempleo.