Desde su puesta en marcha, la Alianza para la Calidad de la Educación (ACE) ha demostrado que además de ser un modelo educativo inoperante para el país es un pacto político entre la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), del que se ha servido Elba Esther Gordillo para reducir los derechos de los docentes e impulsar en cargos públicos a sus familiares y amigos, consideró la dirección nacional del magisterio independiente.

Al coincidir con el señalamiento del relator especial sobre el derecho a la educación de la Organización de las Naciones Unidas, Vernor Muñoz Villalobos, respecto a la simbiosis atípica entre el SNTE y la SEP, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) abundó que es una alianza en la que el tema de la educación es lo que menos interesa a sus firmantes.

La secretaría está al servicio del sindicato desde los tiempos de Carlos Jonguitud. El PRI ponía también a secretarios de Educación y era gente preparada; desde que llegó Gordillo Morales se ha dedicado a poner a sus incondicionales en la SEP y a sus propios políticos en otros espacios, destacó César Mendoza, de la comisión de prensa de la dirección política nacional de la coordinadora.

El dirigente apuntó que para el sector independiente de los maestros la opinión del relator especial es una voz que se suma al reclamo social e histórico en el país respecto a que el progreso en materia educativa comprende necesariamente la autonomía de la SEP de los dirigentes del SNTE.

En este escenario, expuso que la coordinadora considera que no sería bueno tener otro sindicato o uno paralelo, sino democratizar al que se tiene y ponerlo a las ordenes de los trabajadores de la educación para que tengan mejores prestaciones y salarios, pero sobre todo para mantener la defensa de la educación pública como un derecho y no como una mercancía, como lo están tomando Alonso Lujambio, al frente de la SEP, y Gordillo Morales en el SNTE.