Santiago, 15 de febrero. La dictadura de Augusto Pinochet construyó en Chile un armazón represivo legal con unas 150 leyes que se han mantenido en secreto durante tres décadas, aunque un equipo de investigación formado por periodistas y académicos chilenos y estadunidenses logró descubrir que esas normas sirvieron para que las fuerzas armadas aumentaran rápidamente sus tropas, que los altos mandos recibieran sustanciales sobresueldos, que el régimen de facto manejara discrecionalmente cientos de millones de dólares y, por encima de todo, que pudiera arrestar y ejecutar a quienes se atrevieran a divulgar información confidencial castrense, con la complacencia de fiscales militares protegidos jurídicamente que encabezaron arbitrarios consejos de guerra.

Las primeras luces sobre esta investigación a cargo de la organización ArchivosChile y el periódico La Nación de Santiago fueron publicadas por el rotativo, pese a que algunas instancias del Estado chileno, como la Contraloría General de la República y el Senado, mantienen restringido el acceso a estos documentos, que en su momento fueron publicados en ediciones limitadas del Diario Oficial o incluso no aparecieron en la publicación.

A 20 años del fin de la dictadura, y no obstante el paso por el poder de los partidos de la Concertación (socialistas y democristianos), ArchivosChile no ha podido encontrar respuesta favorable para obtener copias de la normatividad secreta mediante la invocación de la Ley sobre Acceso a la Información Pública.

ArchivosChile publicará próximamente, por primera vez, copias de los documentos desclasificados hasta ahora en su sitio de Internet www.archivoschile.org.