Madrid, 15 de febrero. La izquierda nacionalista vasca, que congrega a 10 por ciento del electorado vasco y está proscrita por la justicia española por su presunta vinculación a ETA, culminó un amplio proceso de consulta con el que pretende sentar las bases de su nueva estrategia política. Entre las conclusiones más destacadas figura el compromiso de alcanzar una paz estable y duradera, lo que supondrá cambios en su forma de actuar.

La izquierda abertzale (nacionalista) se encuentra en un momento delicado para su sobrevivencia; no sólo por las sistemáticas ilegalizaciones de sus partidos políticos, coaliciones y marcas electorales –Batasuna, Acción Nacionalista Vasca (ANV), Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV) y Herri Batasuna (EH)–, sino también por la pérdida paulatina de simpatizantes, que se suman a otros proyectos políticos como Aralar o Eusko Alkartasuna (EA).

Roto el proceso de paz entre ETA y el gobierno español, y encarcelado gran número de dirigentes de la izquierda abertzale, las bases y los dirigentes de este conglomerado ideológico decidieron convocar a una consulta para decidir el futuro de la estrategia política, ante lo cual aprobaron un documento que dieron a conocer este lunes.

En el texto se afirma que el objetivo es luchar por la fase del cambio político, por medio del proceso democrático, una vez que existan las bases para que todos los proyectos políticos sean defendibles y materializables en nuestro país.

La izquierda abertzale asume así el compromiso de construir una paz estable y duradera para Euskal Herria, al tiempo que asume que este objetivo prioritario supondrá cambios también en nosotros mismos.

Reitera su compromiso con utilizar vías y medios exclusivamente políticos, por lo que el llamado proceso democrático deberá desarrollarse en ausencia total de violencia y sin injerencias, rigiéndose por el diálogo y la negociación entre las fuerzas políticas.

En este sentido, los simpatizantes del separatismo radical hicieron un llamado a la sociedad vasca para que la paz estable y duradera sea un proceso irreversible, por lo que también invitaron a la comunidad internacional a sumarse al esfuerzo de resolver el histórico conflicto vasco.

El último atentado mortal de ETA fue en julio pasado, cuando un coche bomba mató a dos guardias civiles en Palma de Mallorca.