Protestan en Tlacotepec por muerte de joven
Lunes 15 de febrero de 2010, p. 35
Tlacotepec, Gro., 14 de febrero. Cientos de pobladores del municipio de Tlacotepec –en la sierra de Guerrero–, encabezados por el alcalde Olaguer Hernández, se concentraron este mediodía en la explanada del ayuntamiento, donde repudiaron el homicidio a golpes de Juan Alberto Rodríguez, perpetrado el viernes pasado, del cual acusaron a elementos del 41 batallón de infantería del Ejército Mexicano, y exigieron que los soldados salgan de sus comunidades.
Los inconformes, la mayoría campesinos, se quejaron de que el coronel de infantería José Pedro Arciniega Gómez, de la 35 Zona Militar, con sede en Chilpancingo, no cumplió la promesa que hizo el sábado pasado a familiares del occiso y autoridades municipales de estar en la asamblea convocada para el mediodía de este domingo y presentar un informe de los hechos. Al cierre de esta edición no había llegado.
Cuando dos camionetas pick up militares pasaron por Tlacotepec, los ciudadanos gritaron a los soldados: ¡Sacatones! ¡Mentirosos! ¡Fuera Ejército de la sierra!
A las 11 de la mañana se ofició una misa de cuerpo presente a la memoria de Juan Alberto. El párroco Gregorio Guerrero pidió a sus feligreses que no tengan miedo y denuncien ante los medios de comunicación los atropellos a sus comunidades por parte de soldados o de cualquier otra instancia de gobierno
.
Posteriormente el cortejo partió rumbo al panteón civil de Tlacotepec –municipio ubicado a unos 120 kilómetros de Chilpancingo–, donde Daniel Nava, tío de Juan Alberto, dijo que el asesinato del muchacho de 18 años es ejemplo de lo que hace el Ejército, que según dice viene a resguardar a los ciudadanos. No se vale. No estamos en el porfiriato
.
Añadió que los soldados se han metido a estropearnos y nos quedamos callados. Nos roban y se llevan nuestro dinero. No debemos tener miedo; de todos modos nos tenemos que morir. Tenemos que decirle al gobierno federal que ya le pare
.
Beatriz Flores, esposa de Juan Alberto, de 18 años y con dos meses de embarazo, así como los padres del finado, Alberto Rodríguez y Reyna Villa, exigieron al presidente Felipe Calderón y al gobernador Zeferino Torreblanca que se castigue a los soldados que mataron al joven.
Francisco Javier Martínez, el otro joven golpeado, aseguró que los soldados les quitaron la camisa y los arrastraron por una cancha de futbol. Nos pedían 50 mil pesos para seguir tomando, pero yo les decía que soy albañil y no tenía dinero. Luego nos lanzaron de una Hummer en movimiento, pero Juan Alberto ya estaba muerto por los golpes y patadas que le dieron.
El diputado federal priísta Cuauhtémoc Salgado, presente en el sepelio, se comprometió a presentar un punto de acuerdo el próximo martes en la Cámara de Diputados para que se condene la actuación del Ejército Mexicano en la sierra de Guerrero. Es preocupante que (el Ejército) llegue a esos excesos; hay que pararlos y revisar también el acuerdo de la pasada Legislatura, que le dio facilidades para meterse a los domicilios, donde comete abusos
, afirmó.