Es una enfermedad de la pobreza, asegura Mexfam
Jueves 15 de octubre de 2009, p. 41
Cuatro de cada cinco mujeres que tienen cáncer cérvico uterino mueren por no realizarse a tiempo una prueba de Papanicolau y 65 por ciento no atienden su salud sexual y reproductiva por anteponer el cuidado de la familia al suyo, informó la Fundación Mexicana para la Planeación Familiar (Mexfam).
Para revertir esta situación y prevenir los tumores cérvico uterinos, la organización civil empezó una campaña nacional que realizará esta prueba de manera gratuita a todas las mujeres sexualmente activas que lo soliciten.
De acuerdo con una encuesta realizada por Mexfam, 60 por ciento de las mexicanas no cuidan su salud sexual y reproductiva por cuestiones culturales, y 35 por ciento prefieren asesorarse sobre la materia con una amiga que con un profesional de la salud. Además, dicho estudio reveló que 80 por ciento de las menores de 25 años nunca se han hecho un examen de Papanicolau por miedo a que su familia descubra
que tienen una vida sexual activa.
En México fallecen cada año alrededor de 4 mil 600 mujeres a causa del cáncer cérvico uterino, con lo cual se sitúa en el séptimo lugar de América Latina en este tipo de mortalidad.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía señalan que seis de cada 10 carecen de fondos para acceder a servicios básicos de salud, y 66 por ciento de las defunciones por este cáncer ocurren en analfabetas con con la primaria inconclusa, por lo cual –considera Mexfam– es una enfermedad de la pobreza
.
Éste es el quinto año consecutivo en que se lleva a cabo la campaña. Según las estadísticas de la organización, en los primeros cuatro años (2004-2009), de 108 mil exámenes realizados en todo el país se detectaron 2 mil 800 casos de tumores premalignos.