Las fuerzas armadas ratificaron su compromiso de apoyo al presidente Felipe Calderón en la lucha contra el narcotráfico, al señalar que las amenazas de antes ahora las representa el crimen organizado.

Orador único en la ceremonia del 162 aniversario de la gesta de los Niños Héroes de Chapultepec, Eduardo Antonio Muñoz Rodríguez, cadete de segundo año del Heroico Colegio Militar expresó lo anterior, al tiempo que convocó a toda mi generación, civiles y militares, mujeres y hombres: estemos alertas, nuestras ilusiones son el blanco de quienes con el comercio de estupefacientes acumulan sus fortunas.

Ante Calderón, los integrantes del gabinete legal y ampliado, y representantes de los tres poderes de la Unión, el cadete sostuvo que las fuerzas armadas están conscientes del peligro que acecha a la juventud; por eso hacemos esfuerzos denodados para protegerla y alejarla de quienes la miran como fuente de ingresos, mercado de vicio y objeto de consumo.

Muñoz Rodríguez –uno de los 4 mil 921 cadetes de los planteles militares que participaron en la erradicación de cultivos ilícitos en julio pasado, en una acción sin precedentes– manifestó que los soldados nos adherimos con vehemencia a la convocatoria de unidad del Presidente el 2 de septiembre pasado, para transformar a fondo a México en el país que queremos, profundizando ampliamente la lucha frontal contra el crimen y por la seguridad de los ciudadanos.

En la ceremonia, en el Altar a la Patria, en el bosque de Chapultepec, Calderón fue recibido con salvas de 21 cañonazos; pasó lista de honor de los cadetes del Heroico Colegio Militar y de la Escuela Naval Militar que ofrendaron su vida durante las invasiones de Estados Unidos de 1947 y 1914; entregó espadines a cadetes de primer ingreso y depositó una ofrenda floral e hizo guardia de honor acompañado por los hombres de su gabinete, y  escoltado por el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional, Guillermo Galván Galván, y el almirante secretario de Marina, Mariano Francisco Saynez.

También estuvieron presentes los presidentes de la mesa directiva del Senado, el perredista Carlos Navarrete –quien se despidió de Calderón con un saludo de mano que duró varios segundos, lo que dio tiempo para que los fotógrafos tomaran la placa respectiva–, y de la Cámara de Diputados, Francisco Ramírez Acuña.

Salvador Vega Casillas y  Rodolfo Elizondo, titulares de las secretarías de la Función Pública y de Turismo, dependencias cuya desaparición fue propuesta por Calderón debido a la crisis económica, ocuparon sus lugares en la ceremonia. La gran ausencia fue la del secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont.