Toluca, Méx., 26 de agosto. El gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, pretende modificar el formato del informe de labores que rendirá el 5 de septiembre, para entregarlo por escrito al Congreso y luego trasladarse al teatro Morelos para encabezar un acto con más de mil invitados.

La presidenta de la Junta de Coordinación Política de la legislatura mexiquense, Selma Montenegro, informó que el secretario general de Gobierno, Luis Miranda Nava, avisó a los diputados electos que entrarán en funciones el mismo día del Informe que el mandatario sólo presenciará la toma de protesta y entregará su informe.

Para la diputada panista, esta actitud de soberbia es un retroceso, pues en años anteriores Peña Nieto acudió a la sede del Legislativo a rendir su informe y en los dos años recientes estuvo presente desde el inicio de la sesión plenaria para escuchar los posicionamientos de los partidos, y respondió cuestionamientos de los diputados sobre su gestión al frente de la administración estatal.

Ricardo Moreno Bastida, coordinador electo del grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la nueva legislatura, lamentó la actitud de desprecio de Peña Nieto y coincidió en que este capricho será un paso atrás en la transparencia y rendición de cuentas del gobierno.

Según fuentes del Congreso, el argumento del gobierno es que no existe mandato legal que obligue al gobernador a escuchar posicionamientos ni a responder preguntas de los diputados. Si lo hizo en ocasiones anteriores fue como cortesía política, habría justificado el secretario general de Gobierno.

La legislatura entrante estará compuesta por una mayoría absoluta del PRI, con 39 diputados, que sumados a sus aliados del Partido Verde, Nueva Alianza y Social Demócrata llegará a 48, casi dos tercios del Congreso local.