En los reportes policiacos de ayer se contabilizaron al menos 21 víctimas del crimen organizado en varias entidades del país. Destaca el de un jefe de la policía que fue acribillado en Tijuana, Baja California, y el de dos hombres en un bar, frente a oficinas de la Procuraduría General de la República (PGR) en Ciudad Juárez, Chihuahua.

La Procuraduría General de Justicia chihuahuense dio a conocer que 12 personas perdieron la vida en incidentes violentos, ocho de ellas en Ciudad Juárez. Sobresale un doble homicidio en el bar San Martín, frente a la delegación de la PGR. Roberto Acosta, de 37 años, y Juan Alberto Holguín Rascón, de 23, quienes bebían en la barra, fueron acribillados por hombres embozados.

En la ciudad de Chihuahua, otra víctima apareció calcinada en un terreno en construcción, en la colonia Aeropuerto. Se trata de un hombre identificado por vecinos como Genaro Lozano.

Autoridades guerrerenses informaron que en Chilpancingo fue ultimado el taxista César Bernardino Martínez; en Petatlán apareció el cadáver de Gustavo Barbones Quiroz, comerciante de oro de 23 años, y en Ayutla de los Libres María Elena Carrillo, de 43, fue golpeada y asesinada de dos balazos.

Además, en Coyuca de Benítez varios sujetos llegaron a una cancha de basquetbol, en Las Lomitas, y dispararon seis veces al campesino Antonio Mendoza Navarrete, de 36 años.

En Apatzingán, Michoacán, la policía municipal halló un cadáver que tenía tres impactos de bala y fue lanzado de un vehículo en movimiento; en el centro de Pátzcuaro, varios hombres arrojaron de un automóvil el cuerpo de un individuo baleado. En la espalda le colocaron una cartulina con un mensaje.

Elementos de la 21 zona militar localizaron en Villa Madero, municipio de la misma entidad, un laboratorio de droga sintética y desmantelaron otro en Rincón de Oro, Arteaga. Además, en Morelia –hacia la salida a Salamanca– varios gatilleros a bordo de una camioneta tirotearon una patrulla de la Policía Federal Preventiva e hirieron a uno de los ocupantes.

En Sinaloa, dos hombres fueron ejecutados. Mientras tanto, en Tijuana, Baja California, el supervisor de policía de la Mesa de Otay, Abel Salazar Armenta, pereció al salir del trabajo, en la madrugada, cuando los asesinos lo alcanzaron y le dispararon al menos 21 veces sobre la ruta Mariano Matamoros. El vehículo con el funcionario se impactó contra una casa, una tienda y una carnicería.

Fuentes oficiales de la misma localidad fronteriza detallaron que los tres estadunidenses de Chula Vista, California, asesinados el sábado 9, son Óscar Jorge García Cota, de 23 años; Luis Antonio Gámez, de 21, y Briana Hernández Aguilera, de 19, cuyos cadáveres aparecieron junto al de Jimena Ramos Chávez, mexicana de 20 años. Todos estaban encobijados y tenían señales de tortura.

En otros hechos, durante cateos que el Ejército y la policía realizaron en domicilios de los fraccionamientos Guadalupe, Solidaridad y Las Vegas, en Tapachula, Chiapas, fueron detenidos cinco presuntos zetas y se les decomisaron 75 granadas M-67, seis M-26, una de alta propagación, una de humo y una de fragmentación tipo K-400. Además, 576 cargadores para rifles de alto poder y pistolas de diversos calibres.

Otros pertrechos y equipo decomisados son 27 fusiles de asalto, entre ellos uno con mira telescópica, tres pistolas Pietro Beretta, un vehículo blindado Yucón, blanco, con placas de Chiapas, y cuatro automóviles compactos.

Según fuentes oficiales, los detenidos fueron trasladados a Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, en una aeronave Islander fuertemente custodiados por policías federales y estatales. (Rubén Villalpando, Sergio Ocampo Arista, Ernesto Martínez Elorriaga, Javier Valdez Cárdenas, Antonio Heras y Elio Henríquez)