Cambiar constantemente los cubrebocas que utilizan los habitantes de la ciudad de México y de otras entidades que han resultado afectadas por los casos de influenza; evitar hacer ejercicio en lugares cerrados y en albercas; eludir reuniones con más de ocho personas; no automedicarse y acudir al médico en cuanto se tenga algún síntoma de gripe, ardor de ojos o dolor de cabeza, recomendaron especialistas del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) y del Hospital General de México (HGM).

Durante la transmisión de programas especiales en Canal 11 y las estaciones de radio del Instituto Mexicano de la Radio (Imer) (105.7 y 107.9), Francisco Navarro, director del HGM, y Luis Septién y Carlos Núñez Pérez Redondo, neumólogos del INER, abordaron durante cuatro horas los pormenores sobre la influenza, desde sus orígenes hasta cómo podría haber llegado a México. Además, atendieron dudas de la población.

En especial, destacaron la importancia de que la enfermedad se detecte a partir de los primeros síntomas, pues de esa manera es controlable y no causa la muerte.

Núñez Pérez Redondo explicó que el virus de la influenza no es tan agresivo, pero una vez que infecta al individuo abre las puertas para adquirir una infección por alguna bacteria.

Los galenos aclararon que no necesariamente el que tiene el virus de la influenza va a morir, pero sí es importante evitar que (los pacientes) lleguen a los hospitales cuando están en el pico de la enfermedad.

Destacaron que la única forma de contacto es de persona a persona, mediante los fluidos. Sin embargo, abundaron, puede adquirirse si las frutas o verduras se encuentran contaminadas. Por ello, recomendaron lavarlas bien antes de comerlas, así como consumir alimentos ricos en vitaminas A y C.

Recomendamos ampliamente comida con mucha verdura. También la fruta y mantenerse bien hidratado. Asimismo, los multivitamínicos, pero tenemos vitamina C en naranjas, limones, guayaba y otros.

Respecto de la recuperación de los contagiados, manifestaron que dependerá de la gravedad del caso. Si es leve, de cinco a seis días, pero en los más graves tardará.