Aguascalientes, Ags., 24 de abril. El poeta capitalino Javier Sicilia exigió al gobierno federal que se cumplan los acuerdos de San Andrés Larráinzar, tras recibir el Premio Nacional de Poesía en su edición 42. El escritor ganó el certamencon su obra Tríptico en el desierto.

Víctor González Torres, director del Instituto Cultural de Aguascalientes, le entregó un cheque por 250 mil pesos, como parte de la premiación. Lo que se obtenga de las ventas de la obra de Sicilia serán para dicha institución.

Antes de tomar la palabra para leer fragmentos de su obra, el poeta exclamó: “Me siento como golfa de Playboy”, ya que lo recibieron decenas de flashazos de fotógrafos de diversos medios de comunicación, acción que rompió con la solemnidad del acto, y concluyó con un agradecimiento a la ciudadanía de Aguascalientes por este premio, y remató: Que se cumplan los acuerdos de San Andrés.

Firmó por mí, y yo no soy traidor

Más tarde, en entrevista con La Jornada, el escritor señaló: “Dije que me sentía como golfa de Playboy o como político, que es lo mismo”.

Sobre su petición explicó: “Me refiero a los acuerdos que firmó Ernesto Zedillo en nombre del pueblo de México, convenios que firmó por mí; Ernesto Cerdillo nos traicionó, y yo no soy traidor, el pueblo de México tampoco lo es; por eso exijo que se cumplan esos acuerdos, porque mi nombre y el de muchos ciudadanos está estampado en ellos”.

En ese sentido, añadió: “Por supuesto que Felipe Calderón debería retomar los acuerdos, porque es un compromiso que se firmó con los habitantes de Chiapas y con los indígenas, y mientras no se cumplan, lo seguiré diciendo; moriré, y en mi epitafio se leerá ‘que se respeten los acuerdos de San Andrés’, porque reitero: el pueblo de México no es traidor, y Zedillo estampó su firma en nombre de todos”.

De igual forma, consideró que la falta de voluntad para cumplir con los convenios se debe a que los políticos no representan al pueblo, sino a sus intereses personales y a los de sus partidos.

Por último, insistió en que faltan apoyos del gobierno para la cultura en todas sus expresiones. Primero por la crisis, y quizás también porque a las autoridades no les gusta o no les conviene que sus habitantes se eduquen.