Los cadáveres de Héctor Martínez Escamilla y Ulises Toto Hernández, teniente y sargento primero del 33 batallón de infantería de la 11 Región Militar, respectivamente, fueron encontrados el sábado por la mañana dentro un vehículo abandonado en la colonia Durangueña, de Torreón, Coahuila, informó la delegación Laguna uno de la Fiscalía General del Estado.

Un reporte anónimo al servicio de emergencia de Torreón permitió hallar a los militares, cuyos cuerpos aparecieron golpeados, esposados y con el tiro de gracia en un Chevy con placas de Tamaulipas estacionado en una esquina. Dentro del vehículo y alrededor de él había más de 50 casquillos de diverso calibre.

En tanto, al menos 12 personas más perdieron la vida en varias entidades durante otros atentados que las autoridades adjudicaron al crimen organizado.

Dos de los asesinatos se perpetraron en Nuevo León. Las víctimas fueron los sujetos apodados El Matus y El Flaco, presuntos escoltas de Héctor Huerta Ríos, alias La Burra o El Junior, miembro del cártel de los hermanos Beltrán Leyva detenido por el Ejército el pasado 24 de marzo.

Los homicidios se cometieron hacia las 22:45 horas. Tras una persecución los individuos fueron acribillados con ráfagas de fusiles AK-47 y AR-15, al circular por la avenida Ignacio Morones Prieto, en el municipio conurbado de San Pedro Garza García.

Según informes policiales, los atacantes iban en dos vehículos y alcanzaron a sus víctimas a la altura del puente Atirantado, donde les hicieron más de 60 disparos. El Matus quedó con el rostro destrozado dentro de un Mercedes Benz negro, mientras El Flaco pudo salir del vehículo y fue abatido cuando intentaba escapar.

En Badiraguato, Sinaloa, cinco personas –entre ellas el policía municipal Ramiro González Peña– fueron ultimadas a tiros durante hechos diferentes, y en Culiacán una mujer pereció baleada dentro de su domicilio de la colonia Rincón Las Palmas, luego de ser torturada con armas punzocortantes.

En Guerrero, la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Civil informó que perecieron tres individuos en diversos municipios de la Costa Grande, entre ellos Rubén Figueroa Palma, de 37 años, tras plagiar con otros cómplices a cuatro personas en la cabecera municipal de Zihuatanejo y enfrentarse contra policías preventivos y ministeriales que los perseguían.

En Tijuana, Baja California, un comando acribilló la noche del sábado al subjefe de la policía municipal de Playas de Rosarito, Tomás Cárdenas. Los sicarios iban en una camioneta Explorer y asestaron al agente una decena de tiros en la cabeza cuando transitaba cerca del poblado Cuesta Blanca.

Homenaje póstumo a comandante

En Guadalajara se informó que la ejecución de Carlos Alberto Rayas Rodríguez, jefe del área de investigación de homicidios intencionales de la procuraduría Jalisco, habría sido ordenada por el cártel de los Valencia.

Las autoridades también dieron a conocer que dos de cuatro sospechosos del asesinato –Luis Augusto Manrique Hernández y Moisés Javier Ríos Mejía, de 32 años, residentes del Distrito Federal– fueron enviados ayer al penal de Puente Grande.

Durante sus exequias, el funcionario policial fue señalado como el más exitoso agente investigador de Jalisco por el amplio número de detenciones que logró, entre ellas la del ex alcalde panista de Tonalá Jorge Vizcarra Mayorga y otras de sicarios ligados a Los Zetas y al propio cártel de los Valencia.

Leopoldo Ramos, David Carrizales, Javier Valdez Cárdenas, Sergio Ocampo Arista, Juan Carlos G. Partida y Antonio Heras