Pumas confirmó su flamante liderato en el grupo de la muerte y dejó en el otro extremo, en el sótano, a una Máquina que perdió 2-3 y no da visos de salir del atolladero. Cuando restan 15 puntos por disputarse, el técnico Ricardo Ferretti está a sólo 10 unidades de su meta fijada al comienzo del certamen, de 30.

En contraste, Cruz Azul llegó a cinco juegos sin triunfo y el estratega Benjamín Galindo se aferró al espaldarazo reciente que le dio la directiva, y porque ayer, tras la derrota, Eduardo de la Torre me habló del partido del martes, contra Islanders de Puerto Rico. Agregó que por mi cabeza no ha pasado la idea de renunciar. Asimismo, el vicepresidente Víctor Garcés descartó algún cambio en el timón.

Los goyas inundaron el estadio Azul con la victoria de Pumas, que llegó a 20 puntos en el grupo dos, donde el Cruz Azul se quedó con 11 unidades.

A pesar del intenso calor, el partido arrancó con buena dinámica y llegadas tempraneras sobre ambas porterías, pero la rispidez también se hizo presente y el recio zaguero auriazul Darío Verón se ganó la tarjeta preventiva al minuto 16; poco después, Gerardo Torrado también fue pintado de amarillo por falta sobre Efraín Juárez.

Al minuto 26, La Máquina llegó ante la portería defendida por el veterano Sergio Bernal, hubo una serie de rebotes en el área, y un mal despeje al centro fue aprovechado por Alejandro Vela, quien cedió para Torrado; el jugador con rostro de mimo (por el bloqueador solar) tomó vuelo para remitir un misil que entró por el ángulo superior izquierdo, para el 1-0.

Los festejos no se habían apaciguado entre la afición cementera cuando llegó el empate que hizo explotar a la ruidosa barra auriazul. Dante López recibió un pelotazo, el nervioso portero Alfonso Blanco salió en forma precipitada y el atacante universitario sacó por alto su remate que se fue directo a las redes, sin que Julio César Domínguez lograra atajar.

Los regaños afloraron en la zaga local. Joaquín Beltrán le llamó la atención al portero, pero había que volver la atención de inmediato al partido, porque Pumas estaba desbocado y aprovechó su momento de inspiración para tomar ventaja en el tablero.

Efraín Velarde emprendió veloz descolgada para ceder el esférico al argentino Martín Bravo, quien hizo una finta que desequilibró a Domínguez y a Beltrán, enseguida se perfiló y definió a la izquierda de un Alfonso Blanco que parece no estar en condiciones de aprovechar la oportunidad ante los errores de Yosgart Gutiérrez. Enseguida, César Villaluz dejó escapar el empate al ser desarmado por Darío Verón.

Para el complemento, Galindo hizo dos cambios simultáneos: sacó a Édgar Andrade y a Alejandro Vela, para meter a Gerardo Lugo y a Pablo Zeballos, pero el equipo universitario demostró que venía dispuesto a sacudirse el yugo celeste, pues Ismael Íñiguez hizo más pesada la losa con el 3-1. Tras un servicio desde la derecha de David Toledo, El Cachas madrugó al pasivo Carlos Bonet y con cabezazo picado definió el tercer tanto de los visitantes.

Galindo era el vivo reflejo de la preocupación. Enfadado sacó al paraguayo Bonet e ingresó a Rogelio Chávez. Sus dirigidos buscaron acortar distancia, pero se toparon con Bernal, quien vivió una de sus mejores tardes en el marco auriazul, no dejó pasar nada y fue el héroe, tras rechazar tiros de Landín, Zeballos y Villaluz.

Ferretti realizó cambios de refresco; no obstante, el embate final del equipo de casa cosechó un gol más, cuando el aguerrido Lugo se encontró con el esférico y desde perfil derecho envió un tiro raso que sorprendió a Bernal.

Galindo indicó que la derrota pasa por errores que nos costaron muy caro, mientras Garcés advirtió que si un jugador no está dando satisfacción a su público y directiva, si no está jugando bien, tendrá que buscar otro equipo, por ahora se aferrarán al ligerísimo porcentaje de probabilidades que les quedan de clasificar.

Íñiguez y David Toledo se mostraron ecuánimes y dijeron que Pumas va paso a paso.