Penultimátum
Herencias impugnadas
Qué tanto es tantito más pudo haberse dicho Encarnación Presa Matute, mejor conocida como Paula Cussi, al inconformarse judicialmente por la parte que le tocó de la herencia de quien fuera su esposo, Emilio El Tigre Azcárraga. De esa herencia, ella recibió acciones de la principal empresa televisiva del país y que después vendió al hijo del Tigre en 45 millones de dólares. Pero además de esas acciones, Paula recibió del Tigre cinco suntuosas mansiones ubicadas en Los Ángeles, Nueva Yok, París y Aspen, Colorado. Y por si fuera poco, bajo la sombra del Tigre, que le encomendó el Centro de Arte Contemporáneo de Televisa y varias publicaciones, Paula se hizo de una colección de arte calculada en más de 150 millones de dólares.
Paula leía el horóscopo en 24 Horas, el noticiario oficioso del gobierno y que por muchos años se transmitió por el principal canal de Televisa. Cautivó con su belleza al Tigre, quien se separó de ella, pero nunca se divorció, cuatro años antes de morir. El empresario se unió entonces a la veracruzana y ex Miss México Adriana Abascal. Le dejó también 10 por ciento de su herencia, con lo cual quedó muy feliz y contenta.
La señora Cussi alega que se contaron mal los bienes y se repartió mal la herencia del Tigre. Reclama por eso en un juzgado, y con la asesoría de abogados del mundo empresarial, que le den lo que en realidad le toca. Ni un peso menos, que la vida pinta muy difícil con el aumento de los precios de ciertos bienes y servicios.
Otra afortunada, pero italiana, recientemente denunció también ante los tribunales a quienes administraron el patrimonio familiar de su padre, Giovanni Agnelli. Como es la primera vez que aquí citamos este nombre, diremos que se trata de la estrella de la familia que ha controlado una parte muy importante de la economía italiana, mediante las empresas automotrices Fiat, Ferrari y Alfa Romeo, de varios periódicos y de las acciones en importantes compañías europeas. Es la patrocinadora del club de futbol Juventus. En fin, la familia de familias de Turín por más de un siglo.
Al morir El Patriarca hace cinco años dejó una herencia que los administradores de la sucesión calcularon en más de 4 mil 500 millones de dólares, de los cuales a la única heredera directa, su hija Margherita, de 52 años, le tocaron poco más de 225 millones de dólares. El resto se lo repartieron otros 200 familiares, que quedaron satisfechos con lo que les dejó El Patriarca. De esta manera dieron una muestra pública de unidad, de clan, luego de no pocos escándalos protagonizados por los más jóvenes de sus integrantes.
Pero Margherita, casada y con un hijo que nació empresario, resolvió, sorpresivamente, irse legalmente contra quienes administraron el patrimonio que dejó su padre. Los acusa de hacer perdediza parte de la fortuna. La demanda puede descubrir desde robo de parte de la herencia por los administradores hasta ocultamiento de riqueza por El Patriarca, con varios fines, los fiscales en primer lugar.
En Italia los bienes de primera necesidad no aumentan. Pero quien quita y sí.