Usted está aquí: jueves 1 de marzo de 2007 Gastronomía El abalón, delicia del mar, preciado tesoro de contrabandistas

El abalón, delicia del mar, preciado tesoro de contrabandistas

REUTERS

Ciudad del Cabo, 28 de febrero. Llevado a todo el mundo como una delicia del mar, el abalón se ha vuelto materia prima preciada para los empresarios sudafricanos, al igual que para los criminales que han sacado el molusco hasta casi extinguirlo.

Conocido coloquialmente en Sudáfrica como perlemoen, el abalón está en peligro de extinción y el gobierno ha reducido drásticamente el costo máximo permitido en su hábitat natural e intenta alentar la cría de mariscos en agua salada.

Una vez fuera de su rígida concha, el abalón es de carne suave, pero masticable que se consume en diversas formas, pero la mayoría de veces al vapor, asadas o, para los más aventureros, como especie de sushi.

Parecido a una lapa y pariente lejano de los caracoles de jardín, crece sólo en océanos o granjas especiales de base terrestre, que usan agua marina para cultivar criaturas.

La creciente popularidad del abalón en Asia, donde es símbolo de estatus y tiene fama de afrodisiaco, ha dado lugar a sofisticadas redes de contrabando, algunas de ellas vinculadas con las notorias pandillas Triad, de China, según el Instituto de Estudios de Valores de Sudáfrica.

La cantidad de abalón confiscado en Sudáfrica se ha disparado a más de un millón de conchas, cuando en 1994 la cifra era de 21 mil.

Ahora es común que la policía detenga camiones que transportan abalón de manera ilegal por caminos de las provincias oeste y este de Ciudad del Cabo, donde gran parte del producto es cosechado.

"Tuvimos éxito, especialmente a finales del año pasado, cuando incautamos enormes cantidades de abalón, y fue sólo la punta del iceberg", dice el capitán Billy Jones, portavoz de la policía. Pero el negocio legal también ve futuro en la crianza de abalón en Sudáfrica.

Valor económico

La producción representa 60 por ciento de las ganancias de la acuacultura del país. En 2006 significó más de 19.7 millones de dólares y empleó a unas 800 personas.

"La crianza del abalón cuenta con el valor económico más alto si se le compara con los otros productos cultivados, y es la que emplea la mayor cantidad de personas en el sector de la acuacultura marina", dijo Blessing Manale, portavoz del Departamento de Asuntos Ambientales de Sudáfrica.

Dijo que el departamento esperaba que los empleos perdidos en la industria pesquera del abalón pudieran ser repuestos en el pujante sector de las granjas de cultivo, que el año pasado produjo más de 900 toneladas y se proyecta que este año llegará a las mil toneladas.

Sudáfrica exporta abalón fresco y enlatado. China y Japón se encuentran entre los principales mercados.

Nick Loubser, gerente general de acuacultura de la compañía pesquera I&J, dijo que la firma exporta hasta 150 toneladas de su especialidad al año. El molusco lleva una dieta especial en una granja marina de agua salada sobre tierra, hasta que está listo para ser exportado. En lugar de esperar de 12 a 15 años para que los moluscos lleguen a su tamaño completo, las casi 10 firmas sudafricanas del sector venden habitualmente versiones tamaño coctel, que sólo requieren de tres a cuatro años para crecer.

 
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