Ningún muro detendrá la migración, afirman agentes y alcaldes fronterizos
A 12 días de elecciones legislativas, firma Bush la Ley de Valla Segura
Responde a la demanda de seguridad: Sensenbrenner
Reprueban la promulgación 28 países de la OEA
No solucionará el problema, sostiene el Consejo Nacional de la Raza
Ampliar la imagen
Acompañado por el comisionado de Aduanas y Protección Fronteriza, Ralph Basham; el jefe de la Patrulla Fronteriza, David Aguilar; el diputado Peter King; los líderes de la mayoría en la Cámara de Representantes, Jonh Boehner, y en el Senado, Bill Frist, y por el vicepresidente Dick Cheney, ayer el presidente George W. Bush firmó en la Casa Blanca la Ley de Valla Segura
Foto: Ap
Nueva York, 26 de octubre. El presidente George W. Bush firmó hoy la ley para construir una valla de más de mil kilómetros en la frontera con México, y así un año que empezó con el gobierno estadunidense (y su contraparte mexicana) prometiendo una reforma migratoria integral acabó con un muro entre ambos países.
El hecho de que el muro no podrá ser construido como está concebido y que ninguna persona con experiencia en la frontera cree que una valla física detendrá el flujo migratorio (como lo han reiterado agentes de la Patrulla Fronteriza, alcaldes de la zona limítrofe y más), es secundario a su propósito político-electoral.
El acto de la promulgación de esta ley, hoy en la Casa Blanca, marcó un triunfo de los legisladores republicanos que derrotaron la iniciativa de su presidente por una reforma migratoria más amplia y optaron por generar un clima antinmigrante en este país como un arma electoral. Esta ley fue firmada sólo 12 días antes de las elecciones legislativas.
Uno de sus principales patrocinadores, el representante federal republicano James Sensenbrenner, lo dejó claro hoy al celebrar la promulgación de la ley: "No se equivoquen: los republicanos de la Cámara están respondiendo a la demanda pública por la seguridad fronteriza. Lamentablemente, los demócratas de la Cámara -de los cuales más de dos tercios votaron contra la Ley de Valla Segura- no sólo ignoraron la demanda pública por la seguridad fronteriza, sino que firmemente han intentado minar esfuerzos para afianzar la seguridad fronteriza".
Asegurar las fronteras
Bush, quien por falta de capital político no logró promover su propuesta de una reforma migratoria que incluyera un programa de trabajadores huéspedes y algunas medidas de legalización de indocumentados, fue obligado a prestar su apoyo a esta medida, así como varios otros políticos, ya que los opositores a cualquier reforma habían logrado enmarcar el debate en si uno apoyaba o no la seguridad de la frontera.
"Desafortunadamente Estados Unidos no ha logrado obtener un control total de su frontera durante décadas y, por tanto, la inmigración ilegal continúa en aumento", afirmó Bush en la breve ceremonia en la Casa Blanca. Dijo que "tenemos que asegurar nuestras fronteras" y que esta medida es parte de ese esfuerzo.
Sin embargo, desde que se planteó, ingenieros, geógrafos y personas con experiencia en la frontera señalaron que es físicamente imposible construir un muro como el que se propone en esta ley. Explicaron, por ejemplo, que la zona de montañas al sur de Arizona es casi inaccesible, aun a pie. Un ex agente de aduanas, entrevistado por la agencia Reuters, indicó que hay cientos de arroyos en la frontera entre México y Arizona que forman barrancas, y cuando hay inundaciones repentinas arrastran arbustos y pequeños árboles. Por tanto, se tendrían que abrir agujeros en la barda para permitir el flujo de todo esto, y "si es tan amplio para permitir el paso de arbustos, la gente también podrá pasar".
Por otro lado, los costos también hacen dudar que se construya un muro como está planteado. La construcción de la valla se calcula que costará entre 2 mil millones y 6 mil millones de dólares. Algunos críticos señalan que el muro relativamente microscópico de 14 millas (unos 20 kilómetros) que se construye desde hace una década entre San Diego y Tijuana tenía un costo calculado de 14 millones de dólares, pero después de todo tipo de demoras y obstáculos, se han gastado ya más de 39 millones de dólares sólo para las primeras nueve millas y aún no acaban, reportó recientemente The Washington Post. Ahora se calcula el costo total en 74 millones, o sea, 5 millones de dólares por milla.
Y con todo y barda, muchos señalan que esto no detendrá el flujo migratorio. T. J. Bonner, presidente de la Unión de Agentes de la Patrulla Fronteriza, indicó que "San Diego es la frontera más fortificada del país y aun así no se ha logrado detener que la gente cruce para acá".
La ex comisionada del Servicio de Inmigración y Naturalización, Doris Meissner, ahora investigadora en el Instituto de Políticas Migratorias (MPI) en Washington, comentó a Reuters que la barda "podría reducir los cruces en el área inmediata a donde se construye, pero no detendrá la inmigración ilegal".
Gobiernos municipales -como el de El Paso, Texas- y varias asociaciones de agencias de seguridad locales han expresado su oposición al plan en varios puntos de la frontera, junto con granjeros que temen perder acceso al agua del río Bravo.
Además, la propia ley contiene ciertas cláusulas que permiten excepciones a la construcción del muro tal cual, permitiendo "flexibilidad" sobre dónde y cómo se construye. Con esto permite que la valla sólo se construya físicamente en ciertos sectores y que otras partes sean lo que los políticos llaman "muro virtual", o sea, más bien barreras, sensores, cámaras y aviones de control remoto que vigilen parte de la línea fronteriza en lugar de una obstrucción física.
Los promotores no destacan estos detalles, ya que la imagen de un muro es lo que desean para fines político-electorales y para proyectar la idea de que están defendiendo la "seguridad nacional" al tomar "control" de la frontera ante las "amenazas" que desean ingresar al país.
Ley de elección asegurada
Por eso, críticos como John Trasviña, presidente interino de MALDEF, declaró hoy que "la Ley de Valla Segura debería ser llamada ley de elección asegurada", al denunciar la promulgación de la misma.
Las principales organizaciones latinas de este país, junto con grupos de defensa de inmigrantes, el gobierno de México y unos 27 países de la Organización de Estados Americanos (OEA) reprobaron la promulgación de esta ley.
Janet Murguía, presidenta del Consejo Nacional de la Raza, declaró hoy que "esta ley no hace nada para resolver el tema de la inmigración, sino que empeora la situación". Agregó que "es un símbolo de que el Congreso y la administración del gobierno han fallado en alcanzar una reforma migratoria eficaz".
Hoy Bush intentó calificar la ley como "parte" de una reforma migratoria. Señaló: "es parte de nuestros esfuerzos para reformar nuestro sistema de inmigración", y una vez más reiteró la necesidad de "reducir la presión sobre nuestra frontera al crear un plan de trabajadores temporarios". Agregó: "tenemos que enfrentar la realidad de que millones de inmigrantes ilegales ya se encuentran aquí", y aunque repitió que se opone a una amnistía, dijo que debe "existir un punto medio racional entre otorgar un pase automático a la ciudadanía y un programa de deportación masiva, y espero trabajar con el Congreso para encontrar ese punto medio".
Pero eso tendrá que esperar hasta después de las elecciones legislativas, y mucho depende si la estrategia de los legisladores republicanos que emplearon la carta antimigrante rinde frutos el 7 de noviembre. A fin de cuentas, el muro tiene poco que ver con resolver el problema de la migración y casi todo que ver con las maniobras político-electorales.
A la vez, el hecho de que el gran debate sobre migración culminó con un muro, implica, por ahora, una gran derrota para los promotores de una reforma migratoria real en este país, incluyendo tanto a Bush como su contraparte mexicana, Vicente Fox, quienes habían prometido otro resultado.