Disquero
Disquero
Un orgasmo de luz
Desde el instante en que suena la voz de Gal, el alma se mueve con vaivén de hamaca. Un sol. El quiebre infinitesimal, el dejo carismático, la emisión de sonido que mira entornado, el acento bahiano, la sonrisa de gato en el país que más brilla, el mohín de voz, el gesto sonoro que equivale a un inequívoco torcer la naricita sexy, carnosa, gentilmente sexual y sensual y lunar y solar y epidermis ardiente de sonrisas.