Ojarasca 106 febrero 2006



  

Réplica de Marta Sánchez
Respuesta a ANIPA

Leo el largo discurso de Martha Sánchez sobre a mi artículo publicado en el número 105 de Ojarasca y sólo encuentro algunos desacuerdos sustanciales: no comparte mi opinión de que la ANIPA se unió al gobierno de la derecha y ahí practica lo que por años criticó y que ayudaron a la derecha a apropiarse del discurso de los pueblos indígenas; tampoco entiende porque habiendo muchos indígenas en el gobierno sólo enderezo mi crítica contra los que pertenecen a su organización y, finalmente, afirma que no tengo autoridad para criticar porque también he estado y estoy en el gobierno y que debería renunciar a mi cargo en Cámara de Diputados para ser congruente conmigo mismo.

Es cierto lo que afirma en el primer caso, esa es mi apreciación y tengo derecho a expresarlo, como ella a mostrar su desacuerdo. Pero más allá de eso lo que hay que hacer es demostrar lo que se afirma. Para mi caso hay muchísimos testimonios, los más de ellos públicos, para lo que ella dice desconozco. Igual sé que existen muchos indígenas que están en el gobierno a los que no hago referencia, por la sencilla razón de que no creo que anden en el movimiento indígena ni hayan llegado a esos puestos por andar en él. Me interesa ver el comportamiento de actores políticos, no el de los burócratas. Si sus compañeros ya no se asumen actores políticos sería bueno saberlo para ya no preocuparse por lo que hacen.

Por último, es público que en mi vida profesional he sido profesor, investigador, y funcionario público. Con el actual gobierno trabajé de enero a agosto del 2001 y renuncié cuando consideré que no había nada que hacer ahí. Las razones de mi ingreso y mi salida fueron públicas; además en todos los casos llegué invitado, en ningún caso busqué el puesto y menos como miembro del movimiento indígena. Si Martha no ve en eso una diferencia, está en su derecho, como yo en el mío de creer que sí la hay. Es una situación similar con mi actual trabajo en la Cámara de Diputados, que no es en ninguna Comisión sino en el Centro de Estudios para el Desarrollo Sustentable y la Soberanía Alimentaria, creado como demanda del movimiento campesino El Campo no Aguanta Más. Otra vez, llegué ahí porque se me propuso y se votó favorablemente para ser investigador, no porque anduviera buscando chamba.

Lo que hay que celebrar es que Martha tenga el valor de decir públicamente su pensamiento, sobre todo porque en su organización deben existir muchas personas y comunidades que no comparten las prácticas de muchos dirigentes, a los que van dirigidos mis señalamientos. Si en ello hay un afán verdadero de diálogo sobre los movimientos indígenas y su futuro, bienvenido. Ese es el tema de importancia, no otro.
 
 

Francisco López Bárcenas

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