"Estrategia valiente", la decisión del grupo norirlandés: Batasuna

No establecer paralelismos con ETA, pide Rodríguez Zapatero por anuncio en el Ulster

Saludan todos los partidos políticos españoles el fin de la lucha armada en Irlanda del Norte

ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL

Madrid, 28 de julio. El presidente del gobierno español, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, felicitó el fin de la lucha armada del Ejército Republicano Irlandés (ERI) y pidió no establecer paralelismos con la organización armada vasca ETA. Mientras, la coalición independentista vasca Batasuna destacó como "estrategia valiente" la decisión del ERI.

Así, Rodríguez Zapatero defendió la "singularidad" de los procesos, mientras que el gobierno autonómico vasco y la coalición abertzale (nacionalista) Batasuna instaron al resto de los sectores políticos implicados en el largo conflicto en Euskadi a seguir la senda del proceso de paz en Irlanda del Norte.

La declaración del ERI provocó un alud de reacciones en el País Vasco y en Madrid, ante lo que algunos señalan como similitud de ambos procesos.

El primero en fijar su postura fue Rodríguez Zapatero, quien calificó de "gran noticia" el cese de la violencia en Irlanda del Norte, al tiempo que matizó que las "singularidades" entre ambos conflictos impiden "establecer algún paralelismo" con Euskadi, por lo que pidió "calma" ante la puesta en marcha de un proceso de paz similar.

El mandatario afirmó que aún es pronto para conocer la envergadura de la tregua del ERI, ya que ha sido un "proceso largo", por lo que se mostró cauto ante la posibilidad de que ETA haga un anuncio similar en un futuro cercano.

"Ojalá se pudiera saber o determinar el plazo para el abandono definitivo de la violencia por ETA", dijo Rodríguez Zapatero.

El presidente pidió "calma" a quienes establecen paralelismos con ETA, que desde 1968 se vale de la lucha armada para enfrentarse al Estado español, balance que supera los 800 muertos.

Rodríguez Zapatero insistió sin embargo en pedir "confianza" ante la posibilidad de que en España pueda llevarse adelante un proceso de paz que desemboque en la desaparición de ETA.

En mayo pasado, los diputados españoles, excepto los del opositor Partido Popular (PP, derecha), aprobaron una propuesta del gobernante Partido Socialista Obrero Español de abrir un proceso de diálogo con ETA siempre y cuando la organización vasca deponga las armas, iniciativa que apoya 57 por ciento de los españoles.

La postura del gobierno español fue detallada por el ministro del Interior, José Antonio Alonso, quien destacó que los conflictos irlandés y vasco "no son comparables", al sostener que "de lo que se trata es que callen pistolas y bombas, y se haga democracia; que se debatan ideas con la palabra con exclusión total de la violencia".

Alonso explicó que los conflictos no son comparables porque "cada país tiene sus propios problemas, sus lógicas y sus caminos, por lo que en este caso se trata de hablar de lo que ha hecho una organización terrorista en el Reino Unido".

Si eso, como todos esperamos, va a contribuir al final definitivo de la violencia terrorista en el Reino Unido, sería una buena noticia en la medida en que callen las armas y utilicemos vías exclusivamente democráticas, la palabra y las ideas para defender lo que cada uno quiera defender".

El opositor y conservador PP también saludó el anuncio del ERI, pues es "buena noticia para cualquier demócrata", pero instó a no caer en la "equivocación" de establecer paralelismo con ETA, para la cual "lo único que cabe es que termine su actividad y cese la violencia", dijo el diputado Ignacio Astarloa.

"Cada país tiene sus propios problemas, sus lógicas y sus caminos", dijo el ministro del Interior, José Antonio Alonso, antes de poner énfasis en que "de lo que se trata es de que callen las pistolas y las bombas".

"Excelente noticia": gobierno vasco

ETA, fundada en 1959 para enfrentarse a la dictadura franquista (1939-1975), reivindica la independencia de un territorio que incluye Navarra y Euskadi, así como el País Vasco francés. Desde 1988, declaró seis treguas, incluida una sólo para Cataluña (febrero de 2004). La última para todo el territorio español, en noviembre de 1999, fue levantada unilateralmente por el grupo armado en enero de 2000.

Desde entonces sus ataques causaron 46 muertos. Su último atentado mortal ocurrió en 2003. En junio pasado anunció el cese de los atentados contra miembros electos de los partidos políticos.

La portavoz del gobierno autonómico vasco moderado, Miren Azcarate, aseguró que el anuncio del ERI es "una excelente noticia que demuestra que el diálogo es la vía para la solución de los conflictos", además de ser "buena demostración de que siempre y cuando haya intención de todos, es posible el diálogo y la paz".

Por parte de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, su vocero, señaló que es una decisión "positiva" que obliga a "los partidos vascos y españoles a construir entre todos las vías pacíficas y democráticas" para llegar a un escenario similar.

"Nuestro proceso tiene que garantizar que algún día ETA pueda decir a sus militantes que luchen en favor de la independencia y la reunificación por vías democráticas", dijo Otegi.

Comunistas, nacionalistas moderados vascos e independentistas catalanes instaron a ETA a que "tome nota" de lo ocurrido en el Ulster y coincidieron en que esta noticia significa que en España es posible "buscar una salida dialogada a la violencia", según el Partido Nacionalista Vasco.

Este "anuncio obliga a reflexionar a ETA (...) para que "se produzca un final definitivo de la violencia", opinó Esquerra Republicana de Catalunya (independentistas), mientras que para la coalición Izquierda Unida (pro comunista) "demuestra que una vía de diálogo es una vía útil".

En un proceso de paz, todas las partes "se necesitan para coexistir pacíficamente. Si no hablas, si no escuchas, si no ves que eres parte del problema, ¿cómo puedes entonces proponer soluciones?", afirmaba hace un año Gerry Adams, jefe del Sinn Feinn, brazo político del ERI, durante una gira por España.

En esa ocasión, Adams se reunió con dirigentes nacionalistas, incluido Arnaldo Otegi, cuya organización es acusada por Madrid de ser brazo político de ETA.