Usted está aquí: sábado 16 de julio de 2005 Mundo LOS DE ABAJO

LOS DE ABAJO

Gloria Muñoz Ramírez

EL MOVIMIENTO MAPUCHE autónomo lucha por la reconstrucción de su pueblo-nación, concretamente por la recuperación de tierras y contra el avance de los megaproyectos forestales, energéticos, viales y turísticos instalados o que pretenden instalarse en territorio originalmente mapuche.

La respuesta del gobierno chileno de Ricardo Lagos a la lucha mapuche por recuperar la tierra usurpada históricamente, por defender sus recursos naturales, por la autonomía, la libre determinación y la recuperación de su tejido político, económico y cultural, ha sido la represión y la cárcel.

Desde la helada prisión de Angol, en la región de Arauco, Jaime, Patricio, Patricia, Juan Carlos y José, conocidos tras las rejas como "los comuneros", hablan de su lucha contra el desprecio, el abandono y la explotación. Nuestra lucha, dicen, "es por la dignidad humana, que se hermana con la del pobre, del obrero, de la mujer, del niño, del estudiante, del profesor, del poblador, del ecologista, del joven, del anciano, del cesante y todo aquel que anhela que sus derechos sean reconocidos".

Los presos mapuche son presos políticos. Están privados de su libertad mediante juicios repletos de irregularidades, se han criminalizado sus demandas y enfrentan los cargos bajo una ley antiterrorista impuesta desde la dictadura pinochetista. En todos los procesos se aplica una reforma jurídica basada en la calumnia y el racismo, por lo que nunca se les ha respetado la presunción de inocencia. Aquí los tribunales no han sido independientes y aunque algunos mapuche han quedado absueltos por falta de pruebas, el fallo ha sido revocado por la Corte Suprema.

Los procesos judiciales son una farsa que ha sido denunciada por diferentes organismos internacionales, pero no se ha podido detener la injusticia. Los presos mapuche son acusados de terroristas sin que haya heridos, muertos ni ningún tipo de armamento en su lucha, y los testigos presentados en los juicios son comprados y anónimos.

En la actualidad, además de los cinco presos en la cárcel de Angol, se encuentran también recluidos Aniceto y Pascual en la cárcel de Traiguén, y Víctor en la prisión de Concepción. Ninguno está solo. Son muchas las organizaciones, colectivos e individuos que exigen su libertad.

Pero en Chile también la protesta es castigada y la exigencia de libertad se ha encontrado con mayor represión. El 14 de julio una manifestación por la liberación de todos los presos fue violentamente reprimida por las fuerzas especiales de Carabineros. Hubo lanzagases, detenciones arbitrarias, torturas y atropellos. Sin embargo, esto no detiene la solidaridad. Este domingo, por ejemplo, la mapuche Meli Wixan Mapu (cuatro puntos de la tierra) organiza una fiesta para reunir alimentos para los presos políticos mapuche y sus familias.

"Una condena por asociación ilícita terrorista no solo viola los derechos del pueblo mapuche sino que crea precedentes para sindicar de terrorista a cualquier expresión social y organización que se oponga al modelo neoliberal", afirma, con razón, la Defensoría Internacional de los Derechos de los Pueblos.

[email protected]

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.