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México D.F. Lunes 8 de noviembre de 2004
Congrega un público multigeneracional
en ciclo de aniversario del recinto
Recorre Susana Harp sitios entrañables de Oaxaca
en cálida velada en el Chopo
MARIANA NORANDI
El pasado fin de semana en el Museo Universitario del
Chopo se recorrieron diversos rincones de Oaxaca por medio de su música.
Como parte de los festejos conmemorativos del vigésimo noveno aniversario
de este espacio, el viernes se contó con la presencia de la cantante
Georgina Meneses y el sábado con Susana Harp, quien ofreció
un concierto en el que retomó canciones que, desde hacía
mucho tiempo, no interpretaba y otras pertenecientes al quinto disco que
prepara de compositores mexicanos contemporáneos.
Además
de ser una gran intérprete, Susana Harp es una investigadora incansable
de la música oaxaqueña. Estudió sicología y
trabajó en comunidades indígenas con las que descubrió
el inmenso amor a su tierra y a su música. Inmersa en ese infinito
universo cultural oaxaqueño, fue deshilvanando con esmero los hilos
enredados u olvidados de la canción tradicional para bordar un telar
multicolor de poesía y sonidos. Buscó los paraderos donde,
por medio de la transmisión oral, el cancionero popular oaxaqueño
existía, subsistía o agonizaba para, con su voz, inyectarle
una nueva realidad expansiva.
En este concierto, la cantante llenó los 350 lugares
que tiene el aforo del Chopo. Un público multigeneracional e interesado
en las raíces culturales mexicanas acudió a una cita que
se pronosticaba cálida e íntima. Luciendo un elegante vestido
blanco de manta y una mascada celeste -que luego cambió por un hipil
rojo- Harp se presentó acompañada por cuatro músicos
de gran calidad: Jorge Luis Gaitán en el violín, Carlos Tovar
en la percusión, Jorge García en la guitarra y Marco Antonio
Morel en la guitarra principal. Comenzó con un son istmeño
llamado Paulina, de Andrés Henestrosa, con el cual, desde
un principio, creó un ambiente emotivo y expectante.
Comunicativa y segura de su talento, la cantante explicaba
al público la historia, la intención o alguna anécdota
de cada pieza. Información que resultó muy ilustrativa para
conocer las características y la trascendencia de los temas interpretados.
Transitó por sus cuatro producciones discográficas con canciones
como el arrullo Soliluna de Víctor Martínez; Flor
de metal y El caracol, de Gustavo López; Arenitas
del mar y El amuleto, de Alvaro Carrillo; Guru Huiini,
de Eustaquio Jiménez, y Sabrosito son, de Chuy Rasgado. De
esta canción explicó la leyenda biográfica que existe
en torno de su origen: "Dicen que Chuy Rasgado llegó a la fiesta
de 15 años de su sobrina, pero no tenía regalo. Como en el
Istmo los hombres tienen que llevar a las fiestas un cartón de cervezas,
rompió un pedacito de cartón y le escribió a su sobrina
esta canción".
Cantó en español, mazateco, mixteco y zapoteco
y le presentó al público temas de su próximo disco
en que se reencuentra con compositores mexicanos más contemporáneos
como Chava Flores, Marcial Alejandro o David Haro. De éste último
interpretó un tema muy bello llamado Morir en paz, del que
la cantante expresó: "Tengo que confesarles algo horrible de mi
vida. Cuando estaba estudiando la licenciatura llegaba corriendo a mi casa
para ver una telenovela... y es que en ella había una canción
de David Haro que me atrapó tanto que no podía dejar escucharla
cada día".
Tras 90 minutos de concierto, Susana Harp dio por concluido
su periplo por las diferentes regiones musicales de Oaxaca. Los viajeros
se apearon con la sensación de haber escuchado temas entrañables
en una voz bonita, dulce, suave, que brota de una gran sensibilidad y de
un profundo amor a una tierra.
Conciertos de aniversario del Museo del Chopo: viernes
y sábados de noviembre; participarán Regina Orozco, Real
de Catorce, Neiffe Peña y Nacho Méndez. Informes: 5546-5484.
[email protected]
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