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México D.F. Lunes 8 de noviembre de 2004
 Telmex, Avantel y Alestra, en desacuerdo con
empresas que realizan esa práctica
El by pass provoca pérdidas anuales de
$250 millones, según la Cofetel
Transmiten voz en el mercado de telefonía mediante
puertos de tráfico no autorizado
NOTIMEX
El by pass -transmisión de voz desde cualquier
país hacia México mediante una empresa sin pasar por puertos
de tráfico internacional autorizados- ha provocado pérdidas
anuales calculadas en 250 millones de pesos, según la Comisión
Federal de Telecomunicaciones (Cofetel).
 De
acuerdo con Teléfonos de México el by pass ha generado
pérdidas al país de entre 300 y 400 millones de dólares
al año desde 1999; en tanto Avantel y Alestra han manifestado su
desacuerdo con esta práctica por considerar que perjudica a las
empresas que tiene inversiones en el mercado.
Como by pass se identifica la transmisión
de voz en el mercado internacional de telefonía mediante puertos
de tráfico no autorizados; también puede ser por medio de
empresas que no están registradas como concesionarios por la Cofetel,
con lo cual evaden las tarifas de interconexión y abaratan los costos
del tráfico en competencia desleal para la industria nacional.
De acuerdo con las reglas de Telecomunicaciones Internacionales
publicadas en agosto pasado, toda transmisión de voz que cruce la
frontera debe hacerlo necesariamente por los puertos de tráfico
internacional autorizados.
La regla aplica a todo tipo de voz, ya sea transmitida
a través de paquetes digitales (IP) o mediante telefonía
tradicional conmutada, y sólo los concesionarios de telefonía
de larga distancia autorizados podrán cursar el tráfico de
voz de esos puertos.
La Organización Mundial de Comercio considera una
práctica ilegal el by pass, por lo que ordenó a Estados
Unidos dejar de realizar dichas acciones en México.
Pese a las recomendaciones, la práctica se ha mantenido;
inclusive crece por la llegada de nuevas tecnologías como la telefonía
sobre IP, que permite hacer llamadas de larga distancia por Internet sin
pasar por los puertos autorizados.
El by pass genera competencia desleal, distorsiona
el mercado y resulta en evasión de impuestos, en detrimento de la
economía nacional y de las empresas mexicanas de telecomunicaciones.
Para los operadores resulta incongruente que pudiera autorizarse la interconexión
a través de terceras empresas.
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