México D.F. Lunes 8 de noviembre de 2004
Tras celebración en la Basílica se pondrá en marcha la 78 asamblea plenaria de la CEM
Analizarán obispos su trabajo pastoral
JOSE ANTONIO ROMAN
Con una celebración religiosa en la Basílica de Guadalupe, los casi 150 obispos católicos de todo el país iniciarán esta semana la 78 asamblea plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), reunión en la que durante cinco días analizarán el papel que debe jugar la estructura episcopal en las tareas pastorales de las diócesis y la relación de trabajo que tienen los obispos entre sí.
La asamblea episcopal se presenta previa a la visita ad limina que los obispos mexicanos deben cumplir en los próximos meses a Roma, con el propósito de presentarle al papa Juan Pablo II sus informes respecto al gobierno pastoral de sus diócesis.
Hay que recordar que tales informes deben presentarse quinquenalmente, pero que las dos pasadas visitas del pontífice a tierras mexicanas, en enero de 1999, para entregar el documento Ecclesia in América, y en julio de 2002, para canonizar a Juan Diego, alteraron el programa de los informes.
Además, el encuentro episcopal ocurre tras la celebración del 78 Congreso Eucarístico Internacional en la ciudad de Guadalajara, y luego de que las conferencias episcopales de América Latina han iniciado las reuniones preparatorias para la quinta asamblea general del Episcopado Latinoamericano, prevista para los primeros meses de 2007 en Roma.
Luego de la celebración religiosa en la Basílica de Guadalupe con la que se inaugurará la 78 asamblea de la CEM, los obispos se trasladarán hasta la nunciatura apostólica, donde el nuncio Giussepe Bertello ofrece una cena, a la que también acudirá el subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, Armando Salinas Torre, como acto de cortesía.
A partir del martes, y hasta el viernes próximo, los obispos analizarán en privado las cartas pontificias de Juan Pablo II, Motu proprio apostolus suos y Pastores gregis, cuyos temas tienen la comunión entre los obispos y entre las iglesias en el ámbito local, así como el papel que deben jugar las estructuras episcopales en el trabajo pastoral.
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