México D.F. Lunes 8 de noviembre de 2004
Va encaminado a avalar jurídicamente
los contratos de servicios múltiples, advierte
El nuevo régimen fiscal, pretexto para la privatización
escandalosa de Pemex: Garza
Se busca beneficiar a las compañías petroleras
trasnacionales, afirma la senadora priísta
ANDREA BECERRIL
Aprobada ''de manera abrupta y apresurada'' en la Cámara
de Diputados, la Ley de Derechos establece un nuevo régimen fiscal
para Petróleos Mexicanos (Pemex) que, a decir del gobierno federal,
es la gran panacea para resolver los problemas del país, pero en
realidad lo que se pretende es consolidar ''la privatización escandalosa''
de la paraestatal sin tener que reformar la Constitución, advirtió
la senadora del Partido Revolucionario Institucional (PRI) Laura Alicia
Garza Galindo.
Ese nuevo régimen tributario, que el gobierno y
el Partido Acción Nacional (PAN) tratan de que se apruebe al vapor
en el Senado, va encaminado a avalar jurídicamente los contratos
de servicios múltiples (CSM), a legalizar el contratismo para beneficiar
a las compañías petroleras trasnacionales y a continuar con
el esquema de endeudamiento que se endosaría después al erario
como un ''nuevo Fobaproa'', señaló la legisladora en entrevista
con La Jornada.
Dedicada en los últimos días al análisis
detallado del paquete fiscal, y en especial de esa propuesta sobre Pemex,
Garza Galindo recalcó que lo más preocupante es que pocos
legisladores saben exactamente de qué se trata esa reforma, incluida
dentro de la minuta de Ley de Derechos, elaborada para el actual director
de Petróleos Mexicanos por el consultor internacional Pedro H. Van
Meurs, autor también de los CSM .
Pretenden panistas que la reforma se apruebe este mismo
lunes
En
ese contexto, el presidente de la Comisión de Hacienda, el panista
Fauzi Hamdan, pretende que la reforma se apruebe en Xicoténcatl
este mismo lunes por la tarde, en que sesiona la comisión legislativa.
Inclusive hizo llegar desde el viernes por la noche el dictamen respectivo
-junto con el de otras tres leyes del paquete fiscal- a los senadores.
Al respecto, Garza Galindo señaló que sorprende
ese apresuramiento de Hamdan, sobre todo por la lentitud con la que se
hizo llegar al Senado el paquete fiscal aprobado en la Cámara de
Diputados. ''Nosotros recibimos los documentos el día 4, entrada
ya la mañana, y el viernes 5 por la noche a nuestras oficinas llegaron
vía Internet, pero también impresos, cuatro primeros proyectos
de dictamen, entre ellos el de la Ley de Derechos.''
La legisladora tamaulipeca recalcó que contra esa
pretensión de Hamdan, lo menos que se puede hacer es informar al
pueblo de México, que será el más afectado, sobre
el impacto de tales modificaciones, cuyo objetivo es ''intentar por enésima
vez privatizar a Pemex, propósito en el que mucho han avanzado''.
El nuevo régimen fiscal de la paraestatal propone
en primer término reducir el pago de impuestos de Pemex, bajo el
argumento de sanearlo financieramente, aunque en realidad el propósito
es continuar con la contratación de más deuda a través
de los Pidiregas, y de colocar más bonos en el extranjero a fin
de seguir impulsando los CSM, y no sólo en lo que se refiere a la
extracción de gas, sino ampliarlos también al petróleo.
De hecho, dijo, hay una pugna en el gabinete presidencial
por el control de Petróleos Mexicanos, al que los diversos grupos
ven como el gran botín en disputa. En ese sentido, el actual director
de la empresa, Luis Ramírez Corzo, ''caballo de Troya de las trasnacionales'',
es uno de los impulsores de ese nuevo régimen fiscal, cuya finalidad
es que ''el pequeño grupo en el poder adueñado hoy de la
paraestatal se quede al menos con una parte de las ganancias que generosamente
comparten con las trasnacionales asociadas a ellos''.
Después de sumergirse los últimos días
en esa ''nueva, incomprensible y casi enigmática Ley de Derechos,
que nunca se trabajó en conferencia con la Cámara de Senadores'',
Garza Galindo explicó que el nuevo régimen fiscal de Pemex
no reconoce en ningún momento la rehabilitación financiera
de la empresa, toda vez que los recursos que obtenga al pagar menos impuestos
por los nuevos pozos se destinarán al financiamiento de los CSM.
Se establece que en los próximos 10 años
los impuestos que Petróleos Mexicanos paga al erario por la extracción
de petróleo -el denominado derecho de extracción de hidrocarburos-
pasarán de 69 a 25 por ciento.
Tal medida significará menores ingresos para el
Presupuesto de Egresos y menores participaciones para los estados y municipios,
a menos que la producción supere los 6 millones de barriles diarios,
aunque no debe olvidarse que la máxima explotación posible
actualmente es de 4 millones de barriles.
Esto lleva, sostuvo, a la sobrexplotación de los
pozos existentes y a la apertura de nuevos yacimientos a futuro. No se
menciona, por supuesto, que las nuevas explotaciones, después de
2006, se harían a través de los CSM, claro, si el Senado
aprueba la ley.
Asimismo, se plantea exentar del pago de derechos una
producción petrolera de 30 mil barriles diarios por pozo. Ello se
traduce en que no se pagará ni un centavo al fisco por 148 mil 230
barriles diarios de crudo, ''si aceptamos la cifra difundida por Pemex
de que existen 4 mil 941 pozos, aunque no sabemos cuáles están
operación y cuáles cerrados'', recalcó la senadora
priísta.
Vale la pena mencionar, dijo, que en Estados Unidos toda
extracción de crudo está gravada e incluso los pozos que
producen 4 barriles diarios de petróleo o menos de 50 mil pies cúbicos
diarios de gas, pagan impuestos.
Por otra parte detalló que en esa ley se omite
el concepto de ''renta económica'', que es la riqueza nacional que
se debe obtener por la explotación petrolera de manera racional,
la cual debe sustentar el desarrollo económico y social. Además
el nuevo régimen fiscal sólo es aplicable a Pemex Explotación
y Producción, y no genera incentivos para financiar al resto de
las subsidiarias. ''Pareciera que el propósito es deshacerse de
las actividades industriales, al negarse a agregar valor al petróleo
para venderlo sólo de manera bruta, y que sean los socios externos
los que les agreguen valor.''
En ese sentido va ''el reciente y abusivo abaratamiento
del crudo en tres dólares a Estados Unidos, para que sus compañías
trasnacionales eliminen las impurezas al petróleo pesado y ganen
así 3 mil 300 millones de dólares más''.
Otro de los riesgos de la ley es que propicia e induce
a la maximización de la producción petrolera, sin considerar
la recuperación de reservas, cuya pérdida en los últimos
años ha sido acelerada y de la que no hay cifras exactas.
En la Ley de Derechos no se establece un mecanismo que
realmente obligue a Petróleos Mexicanos a invertir para la reposición
de reservas, para su desarrollo y extracción, ni se cuenta con instrumento
alguno para su verificación. Además se promueve el dispendio,
puesto que se toleran mermas, derrames y quema de hidrocarburos hasta por
el equivalente a 2 por ciento del valor de los mismos, cuando actualmente
se penaliza ese derroche.
Al contrario de todo principio de transparencia, Pemex
seguirá siendo juez y parte en la supervisión de la producción
y venta de petróleo y gas, negándose a informar, ocultando
lo realmente producido y vendido en México y en el exterior, los
precios, la rentabilidad y la vida útil de cada uno de los pozos.
¿Cómo saber entonces a cuánto asciende el superávit
petrolero anual de la paraestatal?, preguntó la legisladora.
La ley permite también que la Secretaría
de Hacienda y Crédito Público (SHCP) conserve plena discrecionalidad
para determinar los porcentajes de los derechos, prevaleciendo el régimen
confiscatorio tradicional, en el que aplica la ley del azadón: todo
para acá, nada para allá, dijo.
Aunado a ello, precisó, las inversiones, los costos
de producción, de distribución y transporte serán
deducibles de impuestos, por lo que Pemex y la SHCP podrán inflar
esos costos ''a sus respectivas o complementadas conveniencias''.
También es preocupante, recalcó la senadora,
que ese nuevo régimen fiscal para Pemex no da autonomía de
gestión a la empresa, ni corresponde a una política para
fortalecerla; más bien responde al esquema de financiamiento basado
en los Pidiregas, que se ha llevado al máximo y es insostenible.
Garza Galindo señaló que, según información
disponible, el endeudamiento interno de Petróleos Mexicanos anda
por el orden de un billón 197 mil millones de pesos, mientras el
externo ronda 40 mil millones de dólares, estos últimos colocados
en bonos y otros instrumentos en los mercados extranjeros. Aunado a ello,
la propuesta para este año, inscrita en la Ley de Ingresos, asciende
a 486 mil millones de pesos, de los cuales 58 mil serían para la
Comisión Federal de Electricidad (CFE ) y el resto para Pemex.
Lo que es una realidad es que la deuda interna y externa
que pesa sobre Petróleos Mexicanos es actualmente mayor que su valor
en activos, y lo más grave es que en la Ley de Derechos los recursos
que obtendría por los derechos a pozos clasificados como nuevos
no serían destinados al pago de los Pidiregas, por lo que el Estado
y los contribuyentes deberán asumir esa deuda.
Se endilgará al pueblo otro Fobaproa
O sea, adicionalmente a la privatización de Pemex
se endilgará al pueblo mexicano un nuevo Fobaproa, el de los Pidiregas,
que ya asciende a un billón 197 mil millones de pesos.
Garza Galindo precisó que es obvio que se requiere
una reforma integral para la paraestatal, pero una que sea viable a los
intereses nacionales y no para cumplir los compromisos de Vicente Fox con
las trasnacionales.
Su propuesta es que la reforma permita restar paulatinamente
recursos fiscales al Estado, en un plazo no menor de 10 años, y
paralelamente se revitalice a Pemex al permitirle retener capital suficiente
para financiar su inversión y dedicando los dineros suficientes
al Presupuesto de Egresos para que se retome la senda del desarrollo.
''Esto lo deberíamos hacer en conferencia diputados
y senadores, sin jugar a los escondidas e informando de ello al pueblo
de México. Si la propuesta es neutral, como asegura el gobierno,
y no modifica nada el próximo año, ¿por qué
no trabajarla en los primeros meses de 2005?'', preguntó.
El planteamiento lo llevará Garza Galindo a la
plenaria del grupo parlamentario del PRI, el próximo martes.
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