México D.F. Domingo 7 de noviembre de 2004
Planea montar hasta 10 obras en 2005
Fin a bucrocracia e influyentismo, metas de Teatro de la UNAM
CARLOS PAUL
Dar mayor profesionalización al proceso de producción del teatro universitario y romper con las inercias burocráticas o el uso de influencias son dos de los propósitos de la titular de la Dirección de Teatro de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Mónica Raya, quien desde enero asumió el cargo.
La dirección cuenta con un presupuesto de "poco más de 6 millones de pesos" con los que se tiene proyectado producir entre 10 o 12 montajes durante 2005, explicó la también escenógrafa.
La profesionalización de la producción es una de las principales preocupaciones de Raya, pues en el ámbito teatral, comenta,''aún se vive en el mundo de la improvisación, del bomberazo, de que las cosas hay que realizarlas a gran velocidad o que deben ser espectaculares, aunque nadie asista al montaje".
Para tal fin se ha conformado un consejo asesor integrado por Alejandro Luna, Hugo Hiriart, Angelina Peláez, Ximena Escalante, David Hevia y Alfredo Michel, artistas responsables de seleccionar las obras.
La idea también es aprovechar los recursos materiales con los que cuenta la dirección. Por ejemplo, "aprovechar las bodegas del teatro universitario, las cuales estamos renovando, pues se tenían soslayadas", dice Raya.
Otros de los retos, además de continuar con los apoyos interinstitucionales, es interesar a la iniciativa privada a coproducir teatro universitario y romper con la inercia del influyentismo.
Las tres primeras obras de lo que será la temporada 2005 del teatro universitario son: Hermanas, basada en la obra Las tres hermanas, de Chéjov, dirigida por David Hevia, que actualmente se escenifica en el Teatro Santa Catarina; Crimen contra la humanidad, ópera prima de la dramaturga quebequense Geneviéve Billette, con la dirección de Mauricio García Lozano, que se presenta en el Teatro Juan Ruiz de Alarcon, y Blod, de Lars Norén, dirigida por Jorge Vargas, en el Foro Sor Juana Inés de la Cruz, del Centro Cultural Universitario
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