Carlota Jiménez, madre de los indígenas, fue hospitalizada

Reinician el rescate de los cuerpos de niños atrapados en cueva de Chiapas

ELIO HENRIQUEZ Y ANGELES MARISCAL CORRESPONSALES

San Cristobal De Las Casas, Chis., 6 de noviembre. Personal de la Subsecretaría de Protección Civil de Chiapas reinició labores para recuperar los cuerpos de los niños Pascual y Miguel Saraos Jiménez, quienes el domingo pasado entraron en una cueva de más de 30 metros de profundidad, en el municipio de Chilón, informó el secretario de Seguridad Pública, Horacio Schroeder Bejarano.

Dijo que después de que la madrugada del viernes la cueva se inundó debido a las lluvias, "ya se perdieron todas las esperanzas" de encontrar con vida a los niños, de cinco y seis años de edad, cuya madre, Carlota Jiménez, fue trasladada hoy al hospital de Palenque porque sufrió una crisis nerviosa.

El funcionario señaló que debido a que la gente de Yoshib, comunidad donde se localiza la caverna, no quería que se destruyera la cueva, se está utilizando otra técnica y otro equipo para barrenar el área con maquinaria de Petróleos Mexicanos.

Aseveró que por acuerdo de la comunidad ya no se permitió la entrada de los medios de comunicación al sitio donde está la cueva, aunque aclaró que algunos pobladores quieren cobrar para permitir el acceso a la prensa.

Aunque ya ha dejado de llover en la zona y el nivel de agua en la cavidad y en los ríos ha bajado considerablemente, manifestó que aún existen riesgos para la seguridad de los 26 socorristas que trabajan en el rescate, además de otras 100 personas, entre agentes de la Policía Sectorial y de la Subsecretaría de Protección Civil.

Confirmó que los topos, el último grupo de rescatistas de fuera del estado que quedaba en la zona, se retiraron hoy, pues consideraron que ya no hay nada que hacer para salvar vivos a los menores.

Pobladores de Jochib, localidad de donde son originarios los menores, se inconformaron ante la salida de los rescatistas, por lo que al menos 50 policías pusieron un cerco alrededor de la cueva para impedir alguna agresión.

"El objetivo ahora es rescatar los cuerpos, porque no tengo ninguna esperanza de que estén con vida; lamentablemente tenemos que ser muy claros y objetivos", subrayó Schroeder Bejarano, y recordó que la noche del jueves "estuvimos a horas de rescatarlos vivos, pero desgraciadamente la lluvia no nos lo permitió, pues en cuestión de minutos se llenó de agua la cueva".

Aclaró que "los niños no cayeron en la cueva, como han dicho algunas versiones, pues se metieron persiguiendo a un animal (presuntamente un tepezcuintle, típico de la región), y alguien que iba con ellos (aparentemente su padre, Miguel Saraos Luna), pues no iban solos, les dijo que se metieran para sacar al animal, y se metieron porque al frente se avanza bien, pero cuando se quiere regresar ya no se puede".