México D.F. Domingo 7 de noviembre de 2004
Aviones de EU desatan el peor bombardeo en seis
meses; destruyen un hospital y casas
Acciones de la resistencia en Irak provocan al menos
40 muertos
Surgen diferencias entre Bagdad y Washington por la
inminente ofensiva militar contra Fallujah
La toma de la ciudad desencadenará una
rebelión generalizada: presidente interino Ghazi Yawar
KIM SENGUPTA THE INDEPENDENT
Bagdad, 6 de noviembre. Un día de de-vastadora
violencia en Irak, inclusive una ola de coches bomba en Samara e intensos
ataques aéreos estadunidenses en Fallujah, dejó hoy al menos
40 personas muertas y puso a los funcionarios del go-bierno interino iraquí
en conflicto con Estados Unidos ante la inminente ofensiva contra los rebeldes.
Haciéndose eco de las críticas de Kofi Annan,
secretario general de Naciones Unidas, importantes figuras del gobierno
de Iyad Allawi advirtieron que un ataque a Fa-llujah, que se prevé
para las próximas 24 horas, sólo recrudecerá el baño
de sangre y pondrá en peligro las elecciones nacionales, programadas
para enero.
El
presidente interino, Ghazi Yawar, se cuenta entre quienes creen que el
resultado sería desencadenar una rebelión generalizada en
el país ocupado.
En tanto que aviones de combate estadunidenses aporreaban
a Fallujah, en el peor bombardeo en seis meses, y destruían un hospital,
un almacén médico y docenas de casas, en Samara se dio una
prueba de las posibles represalias.
En espacio de tres horas, un atacante suicida se lanzó
en un ve-hículo contra una estación de policía; tres
coches bombas estallaron en otras partes de la ciudad y se dispararon morteros
a otras tres estaciones de policía.
Testigos dicen que soldados es-tadunidenses abrieron fuego
entre escenas caóticas, rociando de ba-las los vehículos
que pasaban.
Samarra, otrora bastión rebelde ubicado cien kilómetros
al nor-te de Bagdad, fue recapturada por fuerzas estadunidenses el mes
pa-sado en una operación vista como ensayo general para Fallujah.
Las muertes de este sábado en una bien coordinada
serie de ataques con bomba y mortero mostraron lo distantes que se encuentran
Estados Unidos y el gobierno interino iraquí de tener un control
efectivo sobre la ciudad.
Militares estadunidenses también se enfrascaron
en fieros combates cerca de Ramadi, que es, como Fallujah, un centro de
insurgencia sunita; en estas acciones 20 marines resultaron heridos.
En el camino al aeropuerto de Bagdad estalló un
coche bomba, que lesionó a tres soldados estadunidenses y dio muerte
a un civil iraquí, mientras el cuartel del destacamento polaco fue
atacado con morteros, y dos de sus helicópteros recibieron disparos.
Como mal augurio para Washington y Bagdad, soldados estadunidenses
fueron atacados en Ciudad Sadr, vasto enclave sunita adyacente a Bagdad,
lo cual elevó el prospecto de que se forme una alianza sunita-chiíta
en represalia por el asalto a Fallujah, donde 10 mil soldados estadunidenses
se han concentrado en las afueras.
Estados Unidos y el gobierno interino han intentado reconciliarse
con los chiítas, ofreciendo una amnistía al Ejército
del Mehdi si entrega las armas; su líder, Moq-tada Sadr, ha expresado
interés en el proceso político.
Hoy hubo creciente evidencia de que grandes números
de insurgentes han eludido el cerco tendido por el ejército de ocupación
en torno de Fallujah y se han reagrupado para llevar a cabo ataques en
otras partes.
Los militares estadunidenses, que afirmaban que había
más de 5 mil combatientes en la ciudad, hoy revisaron su estimación
a mil 200.
Al mismo tiempo trascendió que muchos de los soldados
estadunidenses que los enfrentan ja-más habían participado
en combates de importancia.
"Alrededor de 95 por ciento de mis hombres no tienen mayor
experiencia de combate y muchos no tienen ninguna", dijo el sargento Michael
Edwards. "Su desempeño se basará en su adiestramiento, no
en experiencia de combate."
La perspectiva de un asalto a Fallujah ha conducido a
serias disputas dentro del gobierno interino de Iyad Allawi. El presidente
Yawar acusó Allawi y a sus patrocinadores de reaccionar con exageración
y de tener la culpa del fracaso de las negociaciones.
"Es incorrecto el manejo de esta crisis por parte de la
coalición", declaró en fecha reciente. "Es como aquel
que dio de balazos en la cabeza a su caballo porque se le paró una
mosca. El caballo murió y la mosca voló."
Habitantes
de Fallujah dicen que una bola de fuego provocada por los ataques aéreos
iluminó el cielo y estremeció la ciudad.
El hospital de emergencia Nazzal, fundado por una organización
saudiárabe de caridad, sufrió graves daños, y un complejo
cercano utilizado por el principal nosocomio de la ciudad para almacenar
provisiones médicas quedó totalmente destruido.
El ejército de Estados Unidos sostuvo que los ataques
iban dirigidos a "posiciones de combate tras barricadas" y centros de acopio
de municiones. También en-traron en acción tanques en el
noreste de Fallujah, donde dispararon a posiciones insurgentes.
Ahmed Rahim Mohammed, quien salió de Fallujah el
viernes anterior al día en que los estadunidenses tendieron el cerco
a la ciudad, relató este sábado: "Ya casi no quedan allá
mujeres o niños, sólo hombres. Nosotros nos vinimos primero
de los suburbios al centro, pero ya ningún lugar es se-guro. Hay
mujaidines en la ciudad, bien armados. Pero tampoco es un secreto
que muchos, cientos, quizá miles, han escapado."
Mientras, combatientes encabezados por el jordano Abu
Musab Zarqawi se atribuyeron la muerte de tres soldados de la Guardia Ne-gra
británica en una emboscada.
El comunicado coincidió con la declaración
de la familia de Paul Lowe, una de las víctimas, en la cual señala:
"Paul era un joven soldado, bien dispuesto y admirable, que desde los siete
años anhelaba alistarse en la Guardia Negra".
Un amigo de la familia añadió: "Para su
madre, la señora Helen Lowe, fue un golpe muy amargo la prematura
muerte de su hijo, de quien ella y sus hermanos estaban inmensamente orgullosos".
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya
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