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México D.F. Domingo 7 de noviembre de 2004
Antonio Gershenson
Rebaja con dedicatoria
Con casi un mes de anticipación, las autoridades de Petróleos Mexicanos (Pemex) anuncian importantes bajas en el término fijo de los precios petroleros de exportación. Pese a que el cambio será a partir del primero de diciembre, el anuncio se hace el 4 de noviembre.
La línea de argumentación apunta a que los crudos "pesados", como el Maya, están más competidos y, por tanto, el precio de esta variedad debe bajar 3 dólares por barril para América del Norte y Europa, independientemente de otros componentes del precio que varían con los de tipos de crudo de referencia. Pero el tipo de petróleo Istmo, más ligero, bajará casi lo mismo (2.80 dólares) para América del Norte e incluso más que el Maya (3.70) para Europa.
Estas cantidades son muy superiores a los aumentos y reducciones que se han aplicado históricamente y todavía hace pocos meses. Se trataba de 10, 20 y hasta 30 centavos de dólar. Lo de ahora nada tiene que ver con los mercados mismos.
Además de un regalo, probablemente bienvenido, por los compradores del exterior, el objetivo es el Senado de la República. El paquete económico aprobado por la Cámara de Diputados, a excepción del presupuesto, que se aprueba sólo por este organismo, fue enviado al Senado para su revisión. Y entre los puntos que se considera cambiar está la estimación del precio del petróleo de exportación para 2005, del que hablábamos hace una semana en este espacio. Los diputados elevaron la estimación de 23 dólares por barril a 27. Y ahora Hacienda presiona para que se vuelva a bajar ese precio, pues no quiere que se reduzcan los enormes volúmenes de dólares que manipulan a su gusto, pues no están en el presupuesto ni nada.
Se usa esta baja, del orden de 3 dólares, para simular una catástrofe de los precios petroleros, que en el mercado mundial real no existe. A los tecnócratas, con tal de conservar la posibilidad de manipular tan enormes cantidades de dinero, no les importa que el país pierda, en diciembre, 170 millones de dólares de sus exportaciones. Ya después, con las cámaras legislativas en receso, manipularán precios y dinerales a su conveniencia.
Sin embargo, además de los errores de "puesta en escena" del espectáculo, que lo hacen poco creíble, la supuesta previsión oficial es tan ridículamente baja que no se sostiene ni siquiera si en realidad hubiera una baja de 3 dólares en los precios petroleros de fin del año. Las existencias de combustibles para la calefacción del invierno de los principales países consumidores de petróleo están, como hemos visto, en niveles bajos. No se ve que en invierno pueda haber un desplome. Supongamos que no habrá, como hasta el momento, un "pico" de precios todavía más alto que el de octubre, en diciembre o enero. Y que el precio se mantenga. Con los tres dólares menos, en vez de más de 40 dólares que tuvimos en octubre, en enero tendríamos 37.
Vamos a suponer, como ejercicio, que el precio cae de manera constante a lo largo de 2005. Para que el precio promedio anual de las exportaciones fuera, como dice Hacienda, de 23 dólares, tendría que bajar 14 dólares para quedar en 23 a medio año, y otros 14 después, que implican un precio de finales de 2005 de š9 dólares por barril! Esto está, como vemos, fuera del mundo.
Un ejercicio análogo, con 25 dólares por barril (se habla, entre algunos senadores, de una "solución intermedia") nos lleva, a finales de 2005, a un precio de 13 dólares por barril, que tampoco tiene que ver con la realidad. Inclusive el precio de 27 dólares resulta bajo en comparación con la realidad que estamos viviendo.
Por si fuera poco lo anterior, se acordó aumentar el fondo de contingencia, por si baja el precio del petróleo, en 17 mil millones de pesos. Con este dinero alcanza para cubrir, con un pequeño remanente, el que el precio promedio real del petróleo exportado sea 2 dólares menor que el precio base que se fije.
El Senado no debe dejarse embaucar por Hacienda. Ya este año, en mayor grado que los anteriores, hubo tremendos pleitos, sobre todo entre los gobernadores y Hacienda, porque ésta no cumplía lo ofrecido a este mismo respecto.
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