México D.F. Domingo 7 de noviembre de 2004
DOMINGO
Enrique Galván Ochoa
Nuevo billete de mil pesos, memoria de la devaluación
de 94
La pulverización de nuestra moneda
Alaska: venderán mariguana en las tiendas
Homenaje a Heberto Castillo Martínez
LA PREGUNTA OBLIGADA es si el nuevo billete de
mil pesos que ha puesto a circular el Banco de México tiene el propósito
-entre otros- de rememorar una fecha trágica: el décimo aniversario
de la macrodevaluación de aquella Navidad de 1994, cuando el presidente
Zedillo todavía no cumplía su primer mes en el gobierno.
Dicen que ya salimos de la crisis; la realidad nos dice que la crisis sigue
aquí; lo cierto es que el próximo diciembre se cumplirán
10 años. Salió botando del gabinete el titular de Hacienda,
Serra Puche, quien se ganó el mote de secretario Cete, porque
maduró y tronó en 28 días. Esa devaluación
-el dólar costaba 2 pesos 30 centavos, 10 años después
vale 11.50- ha tenido repercusiones como quizá ninguna otra. Desató
el enfrentamiento de Zedillo con Salinas de Gortari; el hermano incómodo
sigue preso. Obligó a subir el IVA de 10 a 15 por ciento -¿se
acuerdan de la roqueseñal?- y la irritación de la
gente se convirtió en votos de castigo que quitaron al PRI el control
de la Cámara de Diputados. Poco tiempo después, la devaluación
sería una de las banderas del PAN y su candidato Vicente Fox para
reunir 16 millones y pico de votos y sacar al PRI de Los Pinos. A su vez,
don Vicente resultó otro presidente devaluador. El nuevo billete
de mil pesos nos hará recordar otra tragedia, posiblemente quizá
el año próximo, o tal vez el siguiente, el último.
Inevitablemente el dólar en algún momento de los días
que restan del sexenio se cotizará en 12 pesos 50 centavos, como
en tiempos del presidente Echeverría. Entonces se habrá cerrado
un círculo devaluatorio de ¡100 mil por ciento! Ni países
que han enfrentado guerras han sufrido tal pulverización de su moneda.
Mariguana
Alaska será, tal vez, la primera entidad estadunidense
donde se venda mariguana en tiendas de esquina. (¿Irán a
darle crédito a la de Guerrero, cuando menos con una marca que lleve
el nombre de Acapulco?) Entre las muchas iniciativas que fueron sometidas
a plebiscito en las recientes elecciones sobresale la del uso de la mariguana
para fines médicos. Votaron a favor estados conservadores como Montana,
territorio tradicional del Partido Republicano del presidente Bush. California
fue pionera; tras las elecciones aumentó el número de entidades
que abrieron la posibilidad de su venta legal. Pero la legislación
más avanzada es la de Alaska; en poco tiempo no sólo se permitirá
con fines terapéuticos, sino que se venderá como los cigarrillos
de cualquier otra marca. (Hay vuelos de México a Alaska con escala
técnica en Los Angeles o Nueva York).
Urge un nuevo Picasso
El cuadro que ha alcanzado el precio más alto de
la historia se llama Muchacho con pipa; fue pintado por Picasso
en 1905 y se vendió el mes de mayo anterior en Sotheby's, de Nueva
York, por 90 millones de dólares. (Que me perdonen los conocedores,
pero quizá ese precio se debe más a la especulación
que al valor intrínseco de la obra). La semana anterior hubo otra
subasta, también en Sotheby's: pinturas de Modigliani, Mondrian
y Gauguin alcanzaron cifras de varios millones de dólares. Sobresalió
Maternidad II, de Gauguin; se vendió por 39.2 millones de
dólares. Sin embargo, los corredores de arte sienten que el mercado
está alcanzando un punto cercano a la irrealidad; no es posible
vender más caro lo que existe. Comienzan a sentir la urgencia de
que surja otro Picasso, y si son dos o tres, mucho mejor.
e@Vox Populi
ASUNTO: DON HEBERTO
En La Jornada del 2 de noviembre aparece una nota
dentro de la columna Dinero, en la que le solicito una foto del ingeniero
Heberto Castillo para colocarla en el altar de muertos de la Universidad
de California en Los Angeles. Como aparece mi buzón electrónico,
dos personas me mandaron los siguientes mensajes y quiero compartirlos
con los lectores.
Adriana Guzman/Los Angeles
[email protected]
Primer mensaje:
Adriana: Leí su correo solicitando fotos del maestro
Heberto Castillo. Yo traté mucho a Heberto en CU, cuando fue mi
maestro; en Cuba, donde trabajé como profesor universitario de ingeniería
química, hasta sus campañas para gobernador de Veracruz.
Fuimos amigos unidos por los ideales, que es la más firme amistad
que se puede tener. Su pérdida nos ha dejado un vacío tan
grande que aún no podemos reponernos de su ausencia.
Eduardo V. Canudas Sandoval
[email protected]
Segundo mensaje
Estimada Adriana: Me entero por La Jornada que
formas parte de un grupo de estudiantes mexicanos que desean homenajear
a Heberto Castillo. Desde hace 12 años he tratado de publicar una
entrevista que le hice con la intención de conocer su faceta científica.
En la revista Ciencias, de la Facultad de Ciencias de la UNAM, me
han ofrecido publicarla.
José Ruiz de Esparza
[email protected]
R: Queridos amigos: me llena de satisfacción
que este espacio haya podido servirles para comunicarse.
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