México D.F. Sábado 6 de noviembre de 2004
El negocio petrolero será el más
redituable en los próximos 50 años: Saxe-Fernández
Bursatilizar Pemex, estrategia para que empresarios
de EU lo controlen
Planes para colocar parte de su capital en la BMV mediante
certificados
Los CAP fueron utilizados por De la Madrid para devolver
la banca nacionalizada
ROBERTO GONZALEZ AMADOR E ISRAEL RODRIGUEZ
La intención del gobierno del presidente Vicente
Fox de colocar en la Bolsa Mexicana de Valores una parte del capital de
Petróleos Mexicanos (Pemex) es parte de una política "consistente"
con la estrategia "del empresariado petrolero" de Estados Unidos de hacerse
con el control del crudo en todo el hemisferio occidental.
Hay evidencias claras al respecto: el negocio petrolero
-apunta John Saxe-Fernández, catedrático e investigador universitario-
se perfila como el más dinámico, explosivo y con la mayor
tasa de ganancia para los siguientes 50 años.
Esta
semana, en la confusión generada por el relevo en Pemex, la empresa
descubrió sus planes para colocar en el mercado accionario local
una parte de su capital a través de un instrumento llamado Certificado
de Aportación Patrimonial (CAP), que tiene historia en el país:
fue el empleado por el presidente Miguel de la Madrid para devolver a los
banqueros una porción de la propiedad de las instituciones nacionalizadas
por su antecesor en septiembre de 1982.
El proyecto del actual gobierno para bursatilizar
un porcentaje, no definido aún, del capital de la empresa petrolera
ocurre en momentos en que Pemex está ahogada en una deuda insostenible.
La entidad ha asumido deuda mediante la contratación de obras de
infraestructura con empresas privadas por un monto que ya ronda 280 mil
millones de pesos, que comenzarán a vencer entre 2006 y 2008, según
informes oficiales.
"El endeudamiento de Pemex es la palanca para revertir
y echar abajo todo lo que los mexicanos han construido en la industria
petrolera desde 1938", comentó Saxe-Fernández en conversación
con La Jornada.
En este marco de alto endeudamiento y cuando sus pasivos
superan el valor de su capital contable, Pemex tiene un plan para buscar
obtener fondos a través de "una venta limitada" de acciones entre
inversionistas mexicanos, según reveló esta semana Luis Ramírez
Corzo, director general de la empresa estatal.
De acuerdo con un informe oficial de Pemex, la deuda de
la empresa en septiembre pasado fue equivalente a 42 mil 600 millones de
dólares, cantidad 25 por ciento mayor a la reportada en el mismo
periodo de 2003. Este pasivo incluye: la deuda documentada de la empresa
y los llamados "vehículos financieros". Pero aparte está
la relacionada con las deudas contratadas por las obras de infraestructura
que ha encargado al sector privado, bajo un mecanismo conocido como Pidiregas,
que alcanza otros 280 mil millones de pesos.
"Es claro que Pemex ha sido debilitado financieramente
de manera deliberada; ahora, con tal nivel de endeudamiento, con sus reservas
probadas a la baja, pues están comenzando a rematarlo como si fuera
una venta de garaje", opinó el profesor Saxe-Fernández,
al referirse a la intención del gobierno federal de llevar una parte
del capital de la empresa al mercado accionario mexicano.
Esta intención, dijo, significa que la codicia
por el control del sector petrolero y eléctrico es de orden mayor.
Una de las razones centrales de la cúpula empresarial extranjera
y sus socios locales por apoderarse de ellos es que ahí se halla
una inusitada tasa de ganancia.
Detalló que "de 2005 al 2050 el negocio petrolero
se perfila como el más dinámico y de explosivas ganancias",
añadió. Actualmente, la demanda mundial de crudo sobrepasa
la capacidad de los productores, por lo que el control del hidrocarburo
es un asunto que "está concitando mucho interés".
"Se ha visto la terquedad del actual gobierno federal
de insistir con todo tipo de mecanismos para trasladar al sector privado
parte del control de Pemex y eso responde a los intereses del empresariado
petrolero estadunidense (al que pertenecen el presidente George W. Bush
y el vicepresidente Richard Cheney) de apoderarse del petróleo del
hemisferio occidental: México, Venezuela e incluso las reservas
que tienen en Alaska, en zonas hasta ahora vedadas a la explotación,
pero que esta semana la Casa Blanca anunció que buscará explotar".
Sabotaje: "se deja el cascarón y se llevan la
médula"
Saxe-Fernández consideró que la idea de
"sabotear desde dentro" a Pemex, en este caso mediante el endeudamiento
al máximo, no es nada nueva, pero en este gobierno se ha acentuado.
Todos los nuevos proyectos importantes, como la exploración
en el Golfo de México y la explotación de gas en la cuenca
de Burgos, al noreste del país, se están realizando ahora
con nuevos esquemas donde se deja a la paraestatal con el cascarón
y la médula se la llevan las empresas privadas, añadió.
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