México D.F. Viernes 5 de noviembre de 2004
Lectura dramatizada de fragmentos de la obra
del escritor por sus 70 años de vida
Inusitado diálogo de Gabriel Zaid con
más 300 de personas en Bellas Artes
ARTURO GARCIA HERNANDEZ
Los hechos volvieron a dar la razón a Gabriel Zaid
(Monterrey, 1934), defensor radical -si no el único, sí el
más consecuente- de la idea de que la vida pública de los
escritores, la que importa, está en los libros.
Por eso quizá al poeta y ensayista le complazca
saber que más de 300 personas asistieron la noche del miércoles
a la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes para escuchar la
lectura dramatizada de fragmentos de su obra. Todo, dentro de las actividades
conmemorativas de sus 70 años de vida.
El
acto se desarrolló con la previsible ausencia física del
autor de Cómo leer en bicicleta, lo cual no le impidió
establecer -mediante las voces de Julieta Egurrola, Claudio Obregón
y Luis Miguel Lombana- un diálogo efectivo con la audiencia.
De los textos ensayísticos se hizo cargo Lombana,
quien dio lectura a un pasaje de Los demasiados libros, ejemplo
de las reconocidas lucidez e ironía de Zaid: ''La gente que quisiera
ser culta va con temor a las librerías, se marea ante la inmensidad
de todo lo que no se ha leído, compra algo que le han dicho que
es bueno, hace el intento de leerlo, sin éxito, y cuando tiene ya
media docena de libros sin leer, se siente tan mal que no se atreve a comprar
otros.
''En cambio, la gente verdaderamente culta es capaz de
tener en su casa miles de libros que no ha leído, sin perder el
aplomo, ni el deseo de más. 'Toda biblioteca personal es un proyecto
de lectura', dice un aforismo de José Gaos (...)"
La actriz Julieta Egurrola y el actor Claudio Obregón
prestaron sus voces a la poesía de Zaid. Obregón leyó,
entre otros poemas, Fábula de Narciso y Ariadna, precedido
de una dedicatoria Al pequeño Larousse Ilustrado: ''A ti,
pequeño entre las ironías/ que escolares festejan y acarrean./
A ti, velero de lejanos días/ por islas de papel que se voltean./
A tu felicidad de mar abierto/ que, navegando, se olvidó del puerto."
Primera de seis sesiones
Egurrola continuó con Laberinto de espejos:
''Eran ya de la fiebre las finales/ páginas que presiente su derrota,/
cuando da el diccionario horizontales/ decepciones filosas y alborota/
una impaciencia comunicativa/ de kilogramo en peso de misiva.
''Por la izquierda y en venas puntiagudas/ diminutas estrellas
transitaban/ despiertas por aquello de las dudas/ aunque de puro sueño
parpadeaban/ hasta punzar las yemas si en bostezo/ graves caían
por su propio peso (...)"
No es pretexto: aquí no cabe todo lo leído.
Pero ahí están los libros. La idea del acto era, precisamente,
llamar la atención sobre ellos.
De lo que sí se puede dejar constancia es de un
hecho insólito y a la vez reconfortante: un grupo de personas reunidas
para escuchar, en voz de otros, pasajes de la obra de un autor. Esto, en
un país que figura entre los de más bajos índices
de lectura en todo el mundo.
Esta fue la primera de seis sesiones de lectura pública
de distintos libros de Gabriel Zaid, en su 70 aniversario natal. A esto
se suma la edición de un nuevo título de Zaid, El costo
de leer y otros ensayos, publicado por el Consejo Nacional para la
Cultura y las Artes (CNCA). Contiene diez textos referentes al libro, la
lectura y las bibliotecas, seleccionados por el propio autor, algunos de
los cuales se recogen por primera vez en un libro.
De acuerdo con un comunicado del CNCA, se trata de ''una
edición no lucrativa destinada a los bibilotecarios, y se llevó
a cabo gracias a la generosa autorización de Gabriel Zaid, en el
contexto del comienzo de las actividades del programa Leer a..."
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