México D.F. Viernes 5 de noviembre de 2004
Ponencia de Carlos Monsiváis en el homenaje que se rinde a la poeta en el Colmex
Rosario Castellanos, fundadora de un espacio y una actitud hoy más vigentes
Hizo de la ironía un elemento esencial de su obra para ''desintegrar solemnidades''
ARTURO JIMENEZ
La poeta, narradora, ensayista, periodista y diplomática Rosario Castellanos es una de las ''grandes fundadoras" de un espacio y de una actitud que hoy son aún más vigentes en el país, dijo Carlos Monsiváis en El Colegio de México (Colmex) durante el coloquio internacional en homenaje a la escritora chiapaneca, a quien reconoció la originalidad de su trabajo creativo.
''Es muy fácil y muy difícil hacer una crónica de Rosario Castellanos (1925-1974) porque ella prodigó los elementos autobiográficos en su obra y, por otra parte, su obra también contradice lo que sería el determinismo de la biografía", expresó Monsiváis.
Luego habló de la vocación de la vida de Castellanos: ''Entender Chiapas a través de los indígenas y de la relación que con los indígenas tienen los que en San Cristóbal de las Casas se llaman auténticos coletos y que aquí serían los auténticos comitecos".
Sensibilidad, no sensiblería
Monsiváis mencionó Apuntes para una declaración de fe (1948) y dijo que desde ahí su poesía ya anuncia elementos fundamentales en su obra: un lenguaje ''probadamente literario", un ir y venir de la cosmogonía indígena a la mestiza y el apego a una sensibilidad femenina que de manera sarcástica rechaza la sensiblería.
Castellanos, explicó, siempre reaccionó ''muy propositivamente" contra las enseñanzas de su medio familiar y del entorno social chiapaneco caracterizado por el racismo.
Su poesía ''combina la angustia con el sarcasmo y la piedad con la sonora falta de devoción". Y citó a la poeta:
''šQué implacable fue Dios -ojo que atisba/ a través de una hoja de parra ineficaz!/ šCómo bajó el arcángel relumbrando/ con una decidida espada de latón!"
El escritor reflexionó ampliamente sobre las características del feminismo de Castellanos y de la ironía como elemento fundamental de su obra para ''desintegrar" las solemnidades.
Monsiváis se refirió a ciertos elementos autobiográficos en la obra de la escritora, a su viaje por Europa, a su estancia en Tuxtla Gutiérrez y San Cristóbal, ambas ciudades chiapanecas donde escribió sus novelas Balún Canán y Oficio de tinieblas y los cuentos de Ciudad real, que plantean el conflicto entre las sociedades indígena y ladina.
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