Es obstáculo para la generación de empleos, considera el organismo

Recomienda la OCDE reformar la estricta ley laboral mexicana

Sugiere promover un modesto seguro de desempleo y reducir el trabajo informal, del que dependen 18 millones de personas La solución a la desocupación, a la mexicana: Abascal

GEORGINA SALDIERNA Y DAVID ZUÑIGA

El problema del desempleo en el país hay que resolverlo a la mexicana, consideró ayer el secretario del trabajo, Carlos Abascal, luego de escuchar un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que recomienda modificar la legislación que protege al trabajador, iniciar un modesto seguro de desempleo y reducir el empleo informal, que actualmente ocupa a 18 millones de personas.

Al participar en el foro que realizó la OCDE con motivo del décimo aniversario del ingreso de México a dicho organismo, el funcionario también expresó que el gobierno federal no va a imponer una reforma laboral. La legislación en la materia se va a transformar con el acuerdo de los factores de la producción, subrayó.

En la mesa Desarrollo y empleo sustentable, John Martin, director de empleo y asuntos sociales de la OCDE, señaló que México, junto con Corea y Hungría, tiene uno de los niveles más altos de empleo informal dentro de la organización.

Así, refirió que 18 millones de personas se encuentran en esa situación, lo que representa 43 por ciento del total de las fuentes de trabajo. La alta incidencia de este fenómeno puede causar importantes efectos perjudiciales al crecimiento de la economía, pues reduce la base impositiva para el fondeo de programas sociales que son de enorme relevancia para construir capital humano y sostener el crecimiento económico a largo plazo, explicó.

También señaló que desde la crisis de 1995 la productividad laboral se paralizó en los sectores dominados por las empresas pequeñas y la informalidad en el empleo. Como reflejo de esto, los salarios reales estuvieron deprimidos durante la década pasada. Y aunque se inició una leve recuperación, aún se encuentran por debajo de los niveles previos al 95.

Destacó que la legislación de protección al empleo en México es la tercera más estricta de la OCDE, luego de Turquía y Portugal, y ello es un obstáculo para la generación de puestos de trabajo. Por tal razón, recomendó modificaciones en este sector, aunque llamó la atención sobre el hecho de que en el país no existe un seguro de desempleo y la necesidad de establecer un sistema de ese tipo, aunque sea modesto.

En la reunión también estuvo presente Eduardo Sojo, jefe de la Oficina de Políticas Públicas de la Presidencia de la República, quien, por su lado, reconoció que una de las debilidades de México es que amplios sectores de la población se encuentran en el sector informal.

El diputado Enrique Burgos, en tanto, dijo que la generación de empleos registrada no ha sido suficiente para compensar los que se han perdido para atender a quienes se integran al mercado laboral.

El legislador estimó que con la actual correlación de fuerza entre organizaciones políticas y factores de la producción no se puede esperar transformaciones radicales en la legislación laboral en el corto plazo.

El secretario del Trabajo, último orador del encuentro, reconoció el grave problema del empleo en el país, pero hay que resolverlo a la mexicana, es decir, comprendiendo la realidad política del país y sus problemas estructurales, puntualizó. Destacó que en 1995 se perdieron un millón 100 mil puestos de trabajo y que el salario vio reducir su poder de compra en 60 por ciento. Pero gracias a la política que estableció el ex presidente Ernesto Zedillo y que retomó el actual gobierno, el sueldo ha dejado de perder poder adquisitivo. Incluso, aseguró que México ya no compite con salarios baratos.

Por último, informó que para medir el empleo y la ocupación en el país no sólo se utilizarán los índices de medición de la Organización Internacional del Trabajo, sino también los de la OCDE, con lo que se pretende alcanzar los más altos estándares de confiabilidad en estas cuantificaciones.

Al clausurar el foro de la OCDE, el embajador de México ante el organismo, Carlos Elizondo Mayer-Serra, señaló que en estos 10 años el país ha tenido cambios notables en materia de estabilidad macroeconómica, en el sector financiero, en la legislación ambiental y en las evaluaciones del sistema educativo.

En dichos avances, la OCDE ha sido pieza muy importante, subrayó. Si bien resaltó que las evaluaciones del organismo en algunas áreas -como en educación- generan incomodidad y crítica, consideró que constituyen el único camino para moverse en el sentido que todos los mexicanos quieren. En abono a su argumentación, puntualizó que lo más costoso para el país sería dejar de hacer estos exámenes.