México D.F. Viernes 5 de noviembre de 2004
Colegas y amigos ofrecen reconocimiento al médico
e investigador universitario
Pérez Tamayo, representante literario en el
mundo de la ciencia: Montemayor
El homenajeado tiene el asombro por la vida que caracteriza
al poeta y el filósofo, indica el escritor El concepto de la
enfermedad, una de sus grandes novelas, define
KARINA AVILES
En ceremonia encabezada por el rector de la UNAM, Juan
Ramón de la Fuente, colegas y amigos rindieron homenaje al médico
y científico Ruy Pérez Tamayo. El escritor Carlos Montemayor
manifestó su sospecha -"que no sospechosismo"- de que Pérez
Tamayo "es un escritor que se detuvo en la ciencia para siempre".
En
el auditorio principal de la Facultad de Medicina -adonde se dieron cita
alumnos, compañeros, profesores, discípulos y amigos del
reconocido médico mexicano-, el autor de Guerra en el paraíso
inició su intervención con una anécdota.
Recordó que en alguna ocasión pidieron a
Pérez Tamayo una recomendación para sanar una dolencia, y
éste respondió: "whisky". En ese momento, Carlos Montemayor
escuchó y dijo: "éste va a ser mi médico".
También se refirió a las reuniones con Fernando
Salmerón y Pérez Tamayo, mismas que "eran el encuentro aristotélico
entre el filósofo como pensador y el filósofo como científico".
El filósofo y el poeta, comentó Montemayor,
"tienen en común el asombro por la vida", y Ruy Pérez Tamayo
"padece de esta fase del asombro". Después habló del escritor
que hay en el médico.
Consideró que "una de las grandes novelas" de Pérez
Tamayo se titula El concepto de la enfermedad, libro que "no hubiera
podido escribirse sin la pasión" por la historia, la poesía,
la literatura, el teatro, la ciencia.
A veces, dijo, aunque ''estemos escribiendo ensayo, ciencia,
nos sale la poesía". Así, dijo, Pérez Tamayo "es nuestro
representante literario en el mundo de la ciencia".
Eduardo López Corella, del Instituto Nacional de
Pediatría, ofreció una charla sobre el homenajeado, que fue
muy del agrado de los presentes, en la que incluso presentó algunos
dibujos hechos por Pérez Tamayo, como La bruja hematoxilina.
En la plática, apuntó que el científico se dedicó
a la medicina y a la patología por ser la "más atractiva
y seductora de las profesiones", pero también porque es un ejercicio
renacentista.
La investigadora Annie Pardo se refirió a las aportaciones
al mundo científico realizadas por Pérez Tamayo y, en especial,
al tejido conjuntivo. Expresó que "dos personajes lo han movido"
en particular: la colágena y la colagenasa.
También se refirió a uno de los estudios
clásicos del científico en torno a la cirrosis en humanos
y a las investigaciones sobre la fibrosis, "una de sus pasiones centrales".
En el homenaje participaron también el rector De
la Fuente, así como otros científicos y académicos.
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