México D.F. Viernes 5 de noviembre de 2004
Enfrentan graves daños estructurales;
algunas fueron construidas hace 50 años: autoridades
En peligro de derrumbarse, al menos cinco escuelas
públicas en Tapachula
RODOLFO VILLALBA SANCHEZ CORRESPONSAL
Tapachula, Chis., 4 de noviembre. Más de
10 mil alumnos de este municipio ocupan edificios escolares que ya cumplieron
su ciclo de vida, por lo que presentan graves daños estructurales
y están a punto de venirse abajo, informó Fernando Velasco
Ibáñez, subdirector de Protección Civil local.
Indicó
que en la zona baja del municipio existen escuelas que tienen hasta 50
años de construidas. Son edificios agotados por oxidaciones debido
a la cercanía al mar; hay diversos jardines de prescolar, primarias,
secundarias y preparatorias que no han sido rehabilitadas en todo el tiempo
transcurrido desde su construcción.
Centros escolares como el colegio 5 de Febrero; el jardín
de niños, Gabriel Ramos Millán; la escuela del ejido, Alvaro
Obregón; los planteles Josefa Ortiz de Domínguez y Leona
Vicario, entre otros, requieren ser demolidos porque más de 10 mil
alumnos toman sus clases con el riesgo de un accidente, por las pésimas
condiciones de seguridad de los inmuebles.
El subdirector de Protección Civil municipal comentó
lo anterior al comenzar la demolición de tres salones de la Escuela
Primaria Constitución del 57, que estaban a punto de caerse. Refirió
que la estructura del inmueble se vio seriamente dañada al derruir
una parte para levantar otras aulas. Dijo que existen otros tres salones
con agrietamientos severos y el yeso de los techos se está cayendo.
En el colegio mencionado hay columnas fracturadas, paredes
agrietadas y el edificio que da a la calle está vencido, por lo
que de caer provocaría un accidente que afectaría no sólo
a alumnos y personal docente, sino a peatones y vehículos.
Velasco Ibáñez señaló que
según el peritaje de Protección Civil, es necesaria la demolición
de todo el edificio viejo de la escuela, así como parte de las aulas
nuevas, ya que por la mala calidad de los materiales utilizados no tendrá
mucho tiempo de vida útil.
Al menos otros seis grupos toman clases en salones de
alto riesgo y otros tienen que guarecerse en galeras de lámina y
plásticos, construidas por sus padres en patios y canchas deportivas.
Fidel de la Rosa Saturno, director de la escuela, informó
que había reportado ante la Secretaría de Educación
Pública y el Comité de Construcción de Escuelas los
daños estructurales, pero nunca hubo respuesta hasta que los padres
de familia fueron directamente con las autoridades municipales a gritarles
que era urgente la demolición.
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