México D.F. Jueves 7 de octubre de 2004
Ponencia de El Fisgón en el homenaje por el 140 aniversario natal del compositor
Las vicisitudes del siglo XIX, contexto para el nacionalismo de Ricardo Castro
ANGEL VARGAS
Entender la obra del compositor Ricardo Castro, uno de los más importantes en el México decimonónico y principios del siglo XX, sería casi imposible sin el conocimiento del contexto político, económico y social que vivió, caracterizado por ser uno de los más caóticos de la historia nacional.
Por ello, como parte del homenaje que la Coordinación Nacional de Música y Opera del Instituto Nacional de Bellas Artes rinde al músico duranguense con motivo del 140 aniversario de su natalicio, la noche del martes comenzó el ciclo de conferencias Ricardo Castro y su tiempo, en el Palacio de Bellas Artes.
En la sesión inaugural, en la sala Ponce, el caricaturista Rafael Barajas El Fisgón hizo un recuento de los críticos momentos políticos que vivió el país durante la segunda mitad del siglo XIX y el reflejo que éstos tuvieron en la prensa escrita, específicamente en la caricatura.
Subrayó que el humor, en especial la caricatura y textos escritos en versos fue un medio eficaz y poderoso del que las diferentes facciones políticas, en especial los liberales radicales, hicieron frente a sus rivales y los invasores extranjeros, cuando se dio el caso, como ocurrió durante la Intervención francesa.
Apoyado en proyección de diapositivas con muestras de una serie de caricaturas y algunas piezas músicales chuscas de aquella época, entre ellas tres arias de una ópera contra Sebastián Lerdo de Tejada, El Fisgón, fundador y colaborador de La Jornada, resaltó el trascendental papel que desempeñaron en varios de los enfrentamientos y coyunturas políticos, los periódicos y revistas de caricaturas como La Orquesta, El Ahuizote y La historia danzante.
Destacó cómo en varias de esas publicaciones no fue raro que los cáusticos y nada piadosos dibujos estuvieran acompañados por la partitura de alguna pieza chusca, sobre todo danzas, en la que se hacía despiadada crítica del suceso en turno.
Mencionó y ejemplificó las emprendidas contra el intento de relección de Benito Juárez, o contra Juan Nepomuceno Alponte (hijo de José María Morelos y Pavón) por traicionar al país al situarse del lado de Francia durante la intervención o las descarnadas y constantes que Vicente Rivapalacio dirigió contra Lerdo de Tejada antes y mientras éste ejerció la presidencia del país.
El caricaturista situó a Ricardo Castro como uno de los máximos precursores del nacionalismo musical, ''y esta corriente es especialmente un producto artístico, un producto ideológico que está muy acotado por la vida política y las influencias culturales de su tiempo, sobre todo por las tendencias culturales de lo que es la República restaurada y después del Porfiriato".
El homenaje al compositor duranguense incluye conferencias y recitales, actividades que concluirán el 26 de noviembre. Dentro del programa se efectuará el estreno de seis de sus partituras.
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