México D.F. Jueves 7 de octubre de 2004
Lo desarrolla la CDHDF entre alumnos de secundaria
Impulsan en Iztapalapa plan de educación en derechos humanos
SUSANA GONZALEZ G.
Los más de 90 mil adolescentes que estudian en las 159 escuelas públicas y 42 particulares de nivel de secundaria que existen en la delegación Iztapalapa están en la mira de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF).
A ocho años de que se fundó la Casa del Arbol, para promover y difundir una cultura de los derechos humanos entre la población infantil de la capital, la CDHDF se propone impulsar ahora un programa similar entre menores de entre 11 y 18 años de esa demarcación, con altos índices de violencia y marginación, mediante talleres para la resolución de conflictos.
Para ello, el organismo adecuó una aula de su unidad oriente, ubicada en el tercer piso de Cuauhtémoc 6, en el barrio de San Pablo, como "un espacio lúdico y educativo" para desarrollar los trabajos de una adolescencia "sin violencia", que será inaugurado este viernes a las 12 horas.
El espacio aún no tiene nombre, porque se pretende que los adolescentes que participen en los talleres y juegos determinen cómo quieren llamarlo, porque no se trata de una segunda Casa del Arbol, explicó en entrevista Raúl Ricardo Zúñiga Silva, director de Educación para la Paz y los Derechos Humanos, de la CDHDF.
Precisó que, de hecho, el trabajo con estudiantes de secundaria comenzó hace 15 días en seis planteles de Iztapalapa, y por ello ya existen algunas propuestas para nombrar dicho espacio, como "Nuestro cantón" o "La cueva", pero Zúñiga considera que pasarán varios meses antes de que se determine el nombre, porque falta consultar a miles de alumnos, ya que el objetivo es que hagan suyo el lugar.
La meta de la CDHDF es cubrir a toda la población de las escuelas secundarias de Iztapalapa, donde se concentra casi 15 por ciento de los mil 348 planteles de ese nivel en el DF, y se incluirá también a padres y personal docente en la educación en derechos humanos.
Zúñiga admitió que se trata de un proyecto de largo plazo, debido al poco personal con el que cuenta la Dirección de Educación.
Abundó que se buscará trabajar con mil 200 alumnos al mes; en lo inmediato pretenden reclutar a 200 jefes de grupos de todas las secundarias de la demarcación, para convertirlos en mediadores en conflictos entre sus propios compañeros.
Los talleres, explicó el funcionario, no se enfocan a problemas o conflictos personales de los alumnos (como podría ser la violencia familiar o la situación de inseguridad en su entorno), sino "mediante situaciones imaginarias, en espacios neutrales y dinámicas de grupo, los chavos aprenden a tomar decisiones", y con ello reflejan cuáles son sus valores y prioridades.
En todo ello, subrayó, se va intercalando la enseñanza sobre los derechos humanos, en específico como niños y niñas. Según Zúñiga, los talleres contra la violencia y por la resolución de conflictos han dado los primeros resultados, porque los alumnos que han participado en ellos dicen que aprendieron a conocer, tratar y tolerar a sus compañeros.
|